Durante la plataforma “CómoVamosNuevo León”, el gobernador JaimeRodríguez aseguró que los habitantes parecen una mujer divorciada por”tantas veces que fue engañada”
El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, comparó a la ciudadanía del estado con una mujer divorciada, y señaló que en tal analogía él -como su nuevo marido- está pagando las consecuencias de la desconfianza de su “esposa” por tantas veces que fue “engañada” por otros “maridos”, es decir, otros gobernantes.
Al comparecer junto con los miembros de su gabinete, ante integrantes de la Plataforma “Cómo Vamos Nuevo León”, donde están representados unos 80 organismos del sector privado y asociaciones civiles de las más diversas causas, El Bronco, respondió en esos términos al ser cuestionado sobre las acciones que tomará.
En representación de “Cómo Vamos Nuevo León”, la investigadora Lourdes López, expuso que el reto para el nuevo gobierno, es no únicamente cuantitativo para contar con un presupuesto suficiente, sino principalmente cualitativo, para “recuperar la confianza ciudadana sobre el buen uso de los recursos públicos”.
Citó que en un estudio elaborado por la mencionada plataforma ciudadana, se obtuvo como resultado que en el área metropolitana de Monterrey, entre quienes dijeron estar enterados de las acciones del gobierno estatal, el 48 por ciento considera “que no se está haciendo un buen uso de los recursos públicos”, mientras el 54 por ciento señalan que los actos de corrupción “son una práctica muy frecuente”, por lo que es importante avanzar en los cambios institucionales y de capacidad de respuesta.
Ante el hecho de que la corrupción se ubica apenas por debajo de la inseguridad y los temas económicos, como la principal preocupación para los nuevoleoneses, preguntó Lourdes López, al gobernador, ¡qué hará para combatir la corrupción?.
El ‘Bronco’ respondió: “Este es un tema de matrimonio, tú engañas a tu mujer, tu mujer se divorcia de ti, luego se busca otro, encuentra otra oportunidad y la desconfianza la paga el otro, el que se casó con ella, y vive la vida desconfiada. Eso me pasa a mí”.
Tenemos que generar confianza, nos casamos con una mujer que fue engañada varias veces, o muchas veces, pero la queremos y tenemos que ganarnos su confianza con hechos, no con dichos, agregó.
“Yo no puedo quitarle a mi esposa sus desconfianzas del pasado, es materialmente imposible, pero si ella empieza ver que me porto bien, que soy un buen marido, que puedo ser un buen padre, que puedo trabajar en conjunto con ella en el matrimonio, ella podrá ir agarrando esa confianza”.
