El problema con los prejuicios y con los estereotipos es que están arraigados culturalmente muy profundamente y por eso “vemos de manera reiterada en muchos ámbitos de la vida pública y mucho más en lo privado cómo las personas siguen repitiendo prejuicios y estereotipos.
"Lo que resulta lamentable y nos da desesperación a todas y a todos es que está muy lento el cambio cultural, uno quisiera que la gente entendiera de una vez por todas que la homosexualidad no es un problema sino parte de la diversidad humana”, agregó Alexandra.
Por el contrario, la homofobia sí es un problema que hay que tratarse muy seriamente “porque los prejuicios y los estereotipos hacen daño muy bárbaro”, porque crean barreras que a la larga impiden el acceso a muchos derechos.