Mientras dos de sus cómplices continúan prófugos, José Ricardo Ramos acusado de asesinar a Tomás Trejo Hernández en la Colonia Chinameca, fue sentenciado a 18 años de prisión.
Por última ocasión, el acusado compareció en el Centro de Justicia Penal de Frontera para la fase final del proceso por el delito de homicidio con ventaja.
Al escuchar las pruebas, así como los testimonios, el tribunal declaró culpable a José Ricardo Ramos y lo sentenció a una pena de 18 años de prisión.
El condenado fue enviado al Centro de Reinserción Social (Cereso), donde permanecerá internado un largo periodo, mientras que sus cómplices continúan prófugos de la justicia y sin responder por el delito que cometieron.
El condenado fue enviado al Centro de Reinserción Social (Cereso) donde permanecerá internado un largo periodo.
Según la información del expediente 385/ 2016, los hechos ocurrieron a finales del mes de noviembre del 2016 cuando José Ricardo Ramos se encontraba junto a Omar (N), José Eduardo “M” y Julio César “N” ingiriendo bebidas embriagantes.
Eran alrededor de las 5 de la madrugada los involucrados se descuidaron un momento y al regresar se percataron que no estaba la bocina con la que estaban amenizando la reunión, sin darse cuenta había sido escondida por la propietaria de la casa que quería que la dejaran dormir porque era muy tarde.
Los cuatro sujetos salieron a la calle encontrando a Tomás Trejo Hernández que en ese momento caminaba a su casa y lo responsabilizaron del robo, por lo que le exigieron que se las regresara.
Los acusados lo golpearon, lo llevaron arrastrando a un terreno baldío para seguir vapuleándolo y le arrojaron una piedra en la cabeza, lo que terminó por arrebatarle la vida.
Después de las investigaciones, los elementos de la entonces Procuraduría General de Justicia lograron la detención de los cuatro involucrados, pues existían pruebas, incluso testigos que escucharon la agresión.
En la audiencia inicial de diciembre del 2016, los cuatro detenidos subieron al banquillo de los testigos para argumentar que los elementos los habían torturado, incluso que habían agredido físicamente a sus esposas para presionarlos a asumir su responsabilidad.
Las parejas sentimentales de los acusados también declararon haber sido torturadas psicológicamente, logrando armar una coartada para presentarla al Juez, Iván Acosta Solís.
Aunque los estudios médicos realizados a los detenidos reflejan que no tienen ninguna lesión que demuestre que fueron golpeados, incluso las esposas de los acusados tampoco mostraban ninguna lesión, la autoridad judicial decidió dejarlos en libertad argumentando violaciones al debido proceso.
De inmediato, los acusados se dieron a la fuga, pero la apelación de la entonces Procuraduría General de Justicia permitió que se emitiera un citatorio nuevamente a todos los involucrados, sin embargo, solo se localizó a José Ricardo “R” pues el resto de los involucrados se fueron de la colonia después de quedar libres.
Omar (N) fue detenido hace algunos días a casi dos años de permanecer prófugo de la justicia, mientras que José Eduardo “M” y Julio César “N” continúan en calidad de prófugos, por lo que se está trabajando en su localización.
