De acuerdo a FayerWayer, es un escándalo que explotó desde la semana pasada en Bélgica, en donde un empleado subcontratado por Google filtró más de mil grabaciones d echarlas entre usuarios y el asistente digital de la compañía.
Añaden que con esta situación se observó y constató de primera mano algo que compañías como Amazon, Apple, o la propia Google, sólo habían mencionado de manera superficial y sin dar muchos detalle: que contratan a humanos para escuchar grabaciones de sus usuarios.
La finalidad de esta labor supuestamente es la de entrenar mejor la plataforma; para comprender en su totalidad lo que dicen y buscan los clientes usuarios de estos asistentes inteligentes.
Personas ajenas a Google, subcontratadas, tienen acceso a miles de datos privados de personas que hablan sin tapujos con esta plataforma. Así que el potencial de vulnerabilidad es elevadísimo. Eso sin contar el cuestionamiento ético por las prácticas de la compañía.
El mensaje al final se centra en la violación del empleado al revelar lo que la empresa hace. Pero lo que la empresa hace no fue abordado como algo delicado. Después de todo si leemos los términos y condiciones de Google Assistant por ahí lo menciona; de manera sutil pero contundente.
Lo alarmante es que cerca del 10% de las conversaciones revisadas en la filtración se grabaron sin que el usuario activase el comando de "OK Google". En otras palabras, la plataforma escucha y graba a veces de manera autónoma.
