El ejercicio físico puede prevenir las enfermedades crónicas no transmisibles como la hipertensión y la diabetes además de mantener una buena salud física y mental e incluso a incrementar la calidad de vida.
De acuerdo a la Secretaría de Salud de Querétaro la actividad física es es cualquier movimiento corporal que produce la contracción de los músculos esqueléticos que gasta más energía que la gastada cuando se está en reposo.
La actividad física ayuda a la liberación de endorfinas, la producción de noradenalina y dopamina, todas ellas intervienen en el control del estrés, ansiedad y depresión.
El tiempo recomendado de actividad física es de 60 minutos al dia del tipo moderado-vigoroso, pero desde los 15 minutos de estas actividades diarias se producen beneficios.
Los adultos que se mantienen físicamente activos corren menos riesgo de sufrir depresión y disminución de la función cognitiva a medida que envejecen. (La función cognitiva abarca las destrezas de razonamiento, aprendizaje y discernimiento). Los niños y adolescentes que se mantienen físicamente activos pueden tener menos síntomas de depresión que sus compañeros.
Beneficios de la actividad física:
- Puede bajar la presión arterial y las concentraciones de triglicéridos, que son un tipo de grasa de la sangre.
- Puede elevar las concentraciones de colesterol HDL o colesterol “bueno”.
- Le ayuda al organismo a controlar las concentraciones de glucosa y de insulina de la sangre, con lo cual se reduce el riesgo de sufrir diabetes de tipo 2.
- Disminuye las concentraciones de proteína C reactiva en el organismo. Esta proteína es un indicador de la inflamación. Las concentraciones altas de la proteína C reactiva pueden indicar un mayor riesgo de sufrir la enfermedad coronaria.
- Ayuda a disminuir el sobrepeso y la obesidad cuando se combina con el consumo de una alimentación con menos calorías. La actividad física también le ayuda a la persona a mantenerse en un peso saludable con el paso del tiempo tras haber bajado de peso.
- Puede servir para dejar de fumar. El hábito de fumar es uno de los principales factores de riesgo de la enfermedad coronaria.
