LOS ÁNGELES, EU.- Christian Wolff (Ben Affleck) cumple con todo lo que uno imagina de un contable formal: serio, un tanto aburrido y muy disciplinado. El perfecto estereotipo de un “Godínez”.
Ese bajo perfil le sienta bien por su doble vida: administrador de negocios ilícitos para las más peligrosas asociaciones delictivas.
El peligro y la muerte lo acechan cada instante, pero su entrenamiento lo saca avante, pues es experto en artes marciales y un letal francotirador de una mente precisa que padece síndrome de Asperger.
“Es un chico solitario porque, al tener Asperger, se conecta distinto con la sociedad. Además, su papá lo educó con un cierto temor hacia la gente, por ser diferente, y con una agresividad tremenda, al ser militar.
