En época decembrina se dispara el consumo del alcohol y es desde los primeros días del mes de enero que hombres y mujeres empiezan a acudir a los espacios de Alcohólicos Anónimos como parte de los propósitos de año nuevo.
César C., integrante de Alcohólicos Anónimos señala que lo mismo pasa cada año, en el trascurso del año la gente ingiere bebidas embriagantes solo en fechas especiales, pero durante el mes de diciembre las fiesta se disparan y el consumo de alcohol incrementa.
Es difícil que lo hagan en diciembre porque donde quiera hay consumo de alcohol en las fiestas, es a partir de enero que empiezan a llegar con el propósito de cambiar y empezar una nueva vida y un año nuevo.
De un promedio de 10 personas que llegan en enero solo una se mantiene en el programa de recuperación, que es lento y muchas veces no están dispuestos a dejar de hacer sus costumbres y cortar de tajo, no quieren dejar de reunirse con la gente que lo hacía y con la que bebían o consumían sustancias tóxicas.
El alcoholismo y drogas no respetan edad ni condición, han llegado personas desde 13 hasta 70 años de edad, no se tiene parámetro establecido pues también sucede con gente de bajos recursos y de sociedad económica alta.
En Alcohólicos Anónimos ubicado sobre Allende 304 de la zona Centro de Monclova trabajan bajo 12 pasos, hablan de experiencias, cómo vivían en vidas pasadas cuando consumían alcohol o sustancias y como están en el presente, es una cadena de eslabones, un trabajo difícil pero no imposible.
Cuando empiezan a tener problemas con horario, trabajo, familia, cuando gastan dinero que no les corresponde y no pueden parar de consumir por la ansiedad de seguir bebiendo.
“Es una enfermedad, muchos no tienen fuerza de voluntad, es una enfermedad que incluso puede ser mortal pero a nadie se le obliga a nada, aquí los invitamos y juntos podemos salir adelante”César C.
