Doloroso relato de tres jóvenes que luchan por vivir
Los jóvenes César Rojas, Pablo Gilberto Mata Sánchez y Jhonatan Alexander Díaz, tienen en común además de la misma edad, una enfermedad que les absorbe la vida día con día y los hace depender de una máquina para sobrevivir.
Apenas tienen 18 años, muchos anhelos y una vida por delante, lamentablemente padecen insuficiencia renal.
Los tres comenzaron con complicaciones de presión arterial y diabetes mellitus a muy corta edad, por lo que al paso de los años, como consecuencia de estas enfermedades crónico degenerativas se les presentaron problemas renales con los que tienen que lidiar día con día.
En los últimos años, los jovencitos han acudido semanalmente a ser dializados a clínicas de la localidad para evitar la contaminación de sus cuerpos, en ocasiones son hospitalizados cada cinco días para recibir el tratamiento.
La historia de estos pacientes son muy diferentes, sus vidas han sido muy complicadas al igual que para sus familias quienes a pesar de todas las circunstancias les dan esperanzas para sobresalir y seguir adelante, luchando contra el padecimiento que les aqueja y les impide llevar una vida normal.
Durante la semana en curso, César, Pablito y Jhonatan tuvieron que acudir de inmediato al Hospital General Amparo Pape de Benavides a dializarse para eliminar las toxinas llamadas urea y creatinina que descompensan sus cuerpos y empeoran su salud.
Otra cosa que tienen en común es que son de escasos recursos y lamentablemente en ocasiones se les complica obtener el medicamento y las bolsas de diálisis, por lo que en cuantiosas ocasiones han recurrido a las redes sociales para gestionar el apoyo ante la población.
La insuficiencia renal es una enfermedad crónica degenerativa, en ocasiones se deriva por complicaciones de la diabetes mellitus tipo 2 o de la presión arterial, también se puede presentar por situaciones congénitas o por constantes infecciones en el riñón.
Los especialistas en la salud argumentan que el padecimiento en jóvenes aún no es alarmante sin embargo destacan que con detección oportuna se puede prevenir, pues el padre debe de llevar al pie de la letra el programa de control de niño sano, debe de realizarle el tamiz neonatal, tener la cartilla de niño sano en orden.
Sobre todo llevar vigilancia ante cualquier sospecha o síntoma que el menor presente, con apoyo de los médicos se lleva de primer a segundo nivel hasta que lo ve un nefrólogo.
Sobrellevan su vida, desgraciadamente consume tanto al enfermo como al familiar, porque todo lo que se le hace al paciente presentan decaídas en estado de ánimo, salud, o caídas de volúmenes de sangre por eso las constantes trasfusiones de sangre.
