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Coahuila

La enfermera del hospital Libanés

Por Agencia - 09 octubre, 2018 - 03:11 a.m.
La enfermera del hospital Libanés

Nuestra ciudad está llena de historias trágicas que por la impunidad, han quedado en el olvido. Muchas de estas historias han desencadenado leyendas que con el paso de los años se van modificando.

Todos recuerdan aquel 21 de septiembre del 2004 en la madrugada. La enfermera Daisy Jacqueline Tavares Niño, se encontraba haciendo guardia en el ya desaparecido Hospital Libanés. Al cuestionar a personas mayores sobre qué año piensan que ocurrieron los hechos todos creen que fue hace mucho más tiempo de lo que en realidad fue. “Fue en el año dos mil” concluye la mayoría.

Lo cierto es que todos los recuerdan. Por aquellos años hubo una ola de asesinatos sin resolver. Los periódicos mencionan que fue por aquellos años cuando se perdió realmente la paz en Monclova. No se sabe bien la razón. Monclova dejó de ser una ciudad pacífica para convertirse en un lugar con crímenes diariamente, y lo peor de ello, casi ninguno se pudo resolver.

Todos recuerdan aquel 21 de septiembre del 2004 en la madrugada.

“Un brutal homicidio estremece nuevamente a la ciudad” menciona el periódico del 22 de septiembre de 2004, haciendo referencia al homicidio de Daisy.

“La madrugada de ayer asesinaron a una enfermera que trabajaba de guardia en el Hospital Libanés del Sector El Pueblo, le destrozaron la cabeza a golpes, hay diversas hipótesis, entre ellas la de un crimen pasional, una venganza o hasta un desquiciado que entró a cometer la fechoría.” Esta fue la primera noticia que se tuvo sobre el asesinato. Sobre la víctima se menciona su nombre completo y que tenía 23 años, así como su domicilio y que estaba recién casada, con una hija de siete meses.

El forense indicó que la causa de la muerte fue traumatismo craneoencefálico severo y profundo, con fracturas en la bóveda del cráneo. También tenía golpes en la pelvis y pierna derecha, así como hematoma en el labio superior y contusiones en las manos, lo que hace suponer que fueron producidos con un hacha.

A raíz de esta conclusión, lo que la gente cuenta es que fue brutalmente asesinada con un hacha: “cortada en pedacitos” Lo cierto es que las fotografías, demuestran que el asesinato sí fue brutal. La sangre está por todas partes. Esto debido a que el asesino arrastró el cuerpo de la enfermera 50 metros. El cuerpo fue encontrado hasta las 8:15 de la mañana, que llegó el relevo de Daisy.

La primera sospecha que se tuvo sobre el culpable indicaba que era un ex-novio de la víctima, por lo tanto la Policía Ministerial realizó investigaciones a las ex parejas de Daisy. Sin tener bases sólidas para culpar a nadie. Otra versión indica que la enfermera había comentado con sus familiares y amigos que con frecuencia veía a alguien en contra esquina del hospital que la vigilaba. Se dice que quizás era un vagabundo.

“Lo cierto es que la familia se encontraba realmente molesta con el hospital ya que la enfermera no contaba con ningún medio de comunicación ni con algún vigilante que la protegiera durante su turno de madrugada.” como menciona el periódico “La Voz” en el reportaje que se hizo del crimen.

Crimen sin resolver

En los periódicos que siguieron no se encontró el seguimiento de esta importante noticia, sino hasta 3 días después. Cuando un gran encabezado cita: “¡Hallan huellas fuera del hospital!”

En los periódicos que siguieron no se encontró el seguimiento de esta importante noticia, sino hasta 3 días después. Cuando un gran encabezado cita: “¡Hallan huellas fuera del hospital!” Donde se menciona que se encontraron huellas de sangre y goteo fuera del hospital. Sin embargo, no se menciona aún nombre de sospechoso que pudiera acercar con el culpable. Se aseguró que fueron 12 golpes lo que le provocaron la muerte. Y se continuaba la investigación con los exnovios.

El tiempo pasó y la noticia se fue disolviendo en los periódicos, hasta finalmente desaparecer unas cuantas semanas después. Tuvieron que pasar más de 3 años para que se diera con un presunto culpable: Edgar Álvarez Alvarado. Sin embargo, él fue puesto en libertad en el 2009, por falta de pruebas. Así que hasta la fecha el caso de Daisy sigue sin resolverse.

Si bien las noticias sobre el asesinato de Daisy quedaron en el olvido, lo último que se encontró relacionado con todos estos asesinatos registrados en esa época, es una pequeña nota, sin firma que cita: ¡Cuidado con los posesivos!

El texto menciona que muchos de los hechos de violencia familiar y asesinatos se originaron por deseos de posesión exclusiva. Es un texto largo que advierte las acciones de alguien peligroso. Mientras que los asesinos seguían sueltos, lo único que pudieron hacer los medios es escribir un texto sobre tener cuidado con las malas relaciones.

El principio y fin del Hospital Libanés

El tiempo pasó y la noticia se fue disolviendo en los periódicos, hasta finalmente reaparecer unas cuantas semanas después.

Un gran letrero afuera del edificio abandonado anuncia su venta. Incluso el anuncio está deteriorado. Todo en ese edificio es olvido. El número de celular del vendedor ya está despintado.

Al parecer se rindieron. El Hospital Libanés nunca pudo recuperarse de aquella historia que lo dejaría marcado siempre. De esa madrugada en que Daisy Jacqueline Tavares Niño, fue brutalmente asesinada y arrastrada por todas las instalaciones del hospital.

Los vecinos frente al edificio abandonado del hospital, quienes prefieren guardar el anonimato y los únicos que continúan ahí desde aquel año, ya que los locales vecinos parecen también haber sufrido las consecuencias. Mencionan que como la gente cuenta, ocurren cosas extrañas en ese lugar.

“ Por las noches, hay ruidos dentro como si hubiera gente transitando ahí. A pesar de que una gran reja blanca protege la entrada. Incluso se dice que se escuchan lamentos y gritos desde el interior. Pero eso es algo que queda a consideración de cada quien.” menciona el hombre mayor que parece recordar las noticias de aquel día.

Esas historias que se cuentan no pueden asegurarse, lo que sí se puede confirmar es que son el motivo del abandono del lugar. Nadie ha tenido intención de comprar un edificio que está siendo atormentado por un pasado que no puede ser dejado atrás hasta que no se termine de resolver, quién entró con un hacha a asesinar brutalmente a la enfermera Daisy Jacqueline Tavares Niño.

Lo cierto es que las fotografías, demuestran que el asesinato sí fue brutal. La sangre está por todas partes. Esto debido a que el asesino arrastró el cuerpo de la enfermera 50 metros.

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