Sin embargo, este evento que se repite cada año, no es algo reciente, ni mucho menos. El término de «Black Friday» no nació ni siquiera para referirse al comienzo de las rebajas navideñas. Tampoco surgió en los siglos XX o XXI, es anterior. Según un disparatado bulo que circula en las redes sociales, este día tiene su origen en la esclavitud en Estados Unidos.
Aunque nunca ha sido confirmado, se dice que coincidía con el día después de Acción de Gracias, cuando los comerciantes de esclavos eran vendidos a un precio muy rebajado para la temporada de invierno.
Otro dato más concreto sitúa su origen hace casi 150 años, en concreto, durante la crisis económica que se originó el viernes 24 de septiembre de 1869. Fue esa la primera vez que se usó la expresión de «viernes negro», después de que dos implacables financieros de Wall Street, Jay Gould y Jim Fisk, fallaran en su intento de acaparar todo el mercado del oro en Wall Street. Estos dos agentes de bolsa representaron a la perfección el papel de lo que se conocía como «bucaneros financieros».
Colapso circulatorio en Filadelfia
Su turbia maniobra incluyó una alianza abierta con Boss Tweed, un famoso político de Nueva York. Los tres se vieron inmiscuidos en un soborno que incluía la compra de algunos jueces. Pero el plan falló y todo culminó en el fatídico «viernes negro» en el que muchos inversores se arruinaron. Fisk y Gould, curiosamente, se libraron de sufrir daños financieros significativos durante aquel escándalo, pero el primero acabó siendo asesinado tres años después.
El término volvió a ser usado un siglo después. Esta vez hacía referencia al colapso circulatorio que sufrieron, en 1966, las carreteras de Filadelfia, la jornada después del Día de Acción de Gracias. Si atendemos a esta fecha, que es la que habitualmente suele indicarse como el origen del «Black Friday» estadounidense, hace dos años se celebró el cincuenta aniversario.
Sin embargo, el término no se exportó a los otros Estados del país hasta 1975. Su connotación comercial, sin embargo, no llegó hasta años después para referirse al repunte de ventas que experimentaban los negocios ese día, el cual se estableció en Estados Unidos como el inicio de la temporada de rebajas navideñas. Un día en el que los pequeños comercios conseguían transformar los números rojos en números negros, a través de importantes descuentos y promociones y la consecuente avalancha de consumidores.