Génesis y Pablito son dos hermanitos que le han hecho la carta a Santa Claus, no tienen pinito de navidad pero su zapato es el mejor lugar para poner ahí el escrito, ambos tienen la esperanza de que el hombre de traje rojo y barba blanca llegará a su casa para dejar sus juguetes.
Los dos viven con su abuelita, María Luisa Barajas Saldaña a quien llaman “mamá” y quien se encuentra más angustiada por poder sortear el gasto y comprar alimentos y si alcanza comprar los pañales y pomadas a su padre, un hombre de 87 años de edad que se encuentra postrado en la cama, después de una caída se lastimó sus piernas y por falta de recursos nunca lo ha revisado un médico aunque el dolor siga presente.
Pablito tiene 4 años de edad y una larga lista para Santa.
“Quiero una mona”, señaló la inocente Génesis con una gran sonrisa en el rostro, haciendo énfasis en que la mona deberá traer un biberón para poder alimentarla, tiene 6 años de edad.
Su hermanito Pablito aún no tiene claro lo que quiere para Navidad, pero sin duda es una larga lista, “Quiero juguetes, carritos, monos, una pelota, una libreta”, apenas y puede hablar el pequeño de 4 años de edad.
María Luisa tiene 46 años de edad, ella se hace cargo de dos de sus nietos, es ama de casa y cuida de ellos y de su padre.
“A veces la pasamos bien y a veces más o menos, vamos a ver como la pasamos ahora, porque a veces no hay trabajo, es temporada de lluvia como mi esposo es albañil si se batalla”, comentó.
María Luisa está más preocupada por comprar pañales para su padre que los juguetes de sus nietos.
Ella no tuvo oportunidad de estudiar, ni su esposo, sus hijos terminaron solo la primaria, solo una de sus hijas quiere seguir estudiando y actualmente está en la preparatoria.
La pequeña Génesis estaba en el kínder, pero la maestra la menospreció, su abuela solo llevó el material a la mitad, no había para comprar la plastilina, solo consiguió la mitad de una plastilina pero la maestra le dijo que a ella no porque no habían cumplido con el material, por lo que mejor ya no la llevó, es muy inteligente, ya sabe contar además es muy platicadora.
Apolinar Barajas se cayó de la escalera, se lastimó las piernas y nunca ha recibido atención médica, él quisiera caminar pero es muy riesgoso pues podría volver a caerse y antes de lastimarse las piernas ya tenía una operación en la cadera.
Desde hace 8 meses está con su hija, antes vivía en Monterrey, pero sus hijos no se hacían cargo de él, por eso María Luisa fue por él, pero es difícil poder atender todas sus necesidades, él necesita pañales grandes.
Él se la pasaba en su triciclo donde recolectaba cartón, pero un día le robaron su principal herramienta de trabajo.
