La gran
isla de
basura del Pacífico podría tener sus
horas contadas con el lanzamiento, este 8 de septiembre, del primer sistema de limpieza de océanos.
La gran zona de
basura del Pacífico o GPGP (Great Pacific Garbage Patch, en inglés) se encuentra entre Hawái y las costas de California. Se calcula que está compuesta por
1,8 billones de piezas de plástico, que pesan unas 80.000 toneladas métricas, según la Fundación Ocean Cleanup.
La fundación anunció en internet que el sistema de limpieza que proponen será puesto en marcha desde su punto de ensamblaje en la ciudad de
Alameda, en California (EE.UU.), a través de la Bahía de San Francisco.
Según Ocean Cleanup, limpiar ese cúmulo de desperdicios
usando métodos convencionales llevaría miles de años y requeriría una inversión multimillonaria, nientras que su propuesta, a la que denominan "sistemas pasivos", podrá acabar con la mitad de la
basura de aquella
isla artificial del Pacífico en cinco años y a un costo mucho menor.
¿Cómo funciona?
El sistema tiene un flotador de 600 metros de largo, que se asienta en la superficie del agua, y una falda cónica de tres metros de profundidad, que se ubica debajo y retiene los residuos.
Estos dos elementos se valen de las fuerzas oceánicas para llevar a cabo su trabajo, debido a que
tanto el plástico acumulado como el sistema son arrastrados por la corriente; sin embargo, el viento impulsa el flotador, que se encuentra en la superficie, y hace que la falda cónica se movilice más rápidamente que la
basura y la capte.
Como el dispositivo tiene forma de 'u', los desechos, que se trasladan más lentamente por el agua, se acumulan en el centro del sistema y luego una embarcación, que actúa como camión de
basura marino, los recoge cada pocos meses.
Los sistemas flotantes están diseñados para capturar plásticos de diverso tamaño, desde solo unos milímetros hasta grandes escombros.
El primer concepto público se viralizó en 2013 y fue perfeccionado un año después. Estaba compuesto por una serie de barreras flotantes con estaciones en forma de mantarrayas, que se anclarían al lecho marino para recoger el plástico.
En 2017 se cambió por una serie de sistemas más pequeños y de flotación libre. El plan era sujetarlos a un ancla, lo que permitiría que el plástico se acumulara contra las barreras.
Finalmente,
tras 273 pruebas de modelo a escala, seis prototipos y un mapeo de la gran
isla de plástico del Pacífico, se pondrá en práctica este proyecto, que cuenta ya con 2,2 millones de dólares recaudados en una campaña de financiación colectiva en 2014, según Publímetro.