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Coahuila

La zona de tolerancia muere

Rolando Trejo Ortiz
Por Rolando Trejo Ortiz - 15 enero, 2018 - 02:33 a.m.
La zona de tolerancia muere

Ciudad Acuña, Coah.- Era un pajarillo de blancas alas, de balcón en balcón, de plaza en plaza, vendedora de amor, ofrecedora, para el mejor postor, de su tonada…. Parafraseando a José María Napoleón, hoy revolotean por las calles del centro de la ciudad, los antros, las pistas de baile, las discotecas.

Son pajarillos y mariposillas de blancas alas que, para completar “el chivo”, salen a trabajar en el oficio más antiguo del mundo, tomando posesión de la zona centro y se desperdigan por las calles, plazas y antros, ante el languidecer de la zona de tolerancia.

Acuña, nacida de la prostitución y el turismo de consumo de sustancias prohibidas, hoy ha dejado de ser una frontera de historial negro, para convertirse en una ciudad dependiente de la industria maquiladora, pero aún hay rezagos de sus inicios, de sus historias, de las primeras fortunas que se labraron con el sudor de las damas que vendían caro su amor.

La prostitución que en sus inicios fue el despegue económico y a decir de quienes son originarios de aquí, la época de más bonanza económica, “cuando amarraban a los perros con chorizo y no se lo comían”, cuando en la calle Allende o Cinco de Mayo, podías encontrar billetes de hasta cien dólares tirados en ella, producto del descuido de los borrachos que acudían a comprar el amor. En las calles de casi 10 hectáreas delimitadas por las calles: Cinco de Mayo, Allende, Colegio Militar y 20 noviembre, hoy, solo quedan ruinas de los cuartuchos donde las mujeres vendían sus caricias, hoy algunas convertidas en vecindades casi a punto de derrumbarse que no pasan un examen de Protección Civil por mínimo que fuera.

En la historia de América Latina, fue importante, para las fronteras del norte de México, que la Revolución Cubana, que triunfara y bajara de la Sierra Maestra y el 8 de enero 1959 entrara a la Habana con Fidel Castro y Ernesto “el Che” Guevara al frente y así este país dejara de ser el prostíbulo de los soldados de EU.

Con ello las zonas de tolerancia, que ya existían sin regulación en esta región, se ampliaron y se convirtieron en una importante captación de divisas, durante casi 5 décadas.

La de Acuña se mudó de la calle Allende a la entrada de la ciudad en el lomerío sobre Guerrero.

A donde los soldados que se preparaban para ir a las guerras, de: Corea, Vietnam, Granada, El Golfo, etc., etc., pasaban por los antros de esta y otras fronteras del norte de México.

Sin embargo la guerra con los carteles y el control asumido en las fronteras por varias organizaciones, llevaron a generar varias muertes de soldados y oficiales que venían a este región, con lo que las prohibiciones para acudir a estos antros por parte del alto mando de la base aérea Laughling, de Del Río, Texas, se tornó cada vez más fuerte, al grado que hoy, ya no hay opción de venir.

Ello derivó que la zona de tolerancia de esta y otras fronteras, estén a punto de cerrar y perecer, el colapso es inminente.

A la fecha de más de 15 salones con sexoservidoras y que “fichaban” bailando cobrando a 5 y 10 pesos la pieza, con derecho a repegar, restregar y tocar, solo el Hunter se resiste a morir y permanece abierto, aunque su permanente encargado Carlos, ya murió, los demás son historia, su competidor El Río, hace años fue quemado, nunca se supo por quién, ni por qué, aseveran que la delincuencia organizada que no cobro la cuota lo hizo, la verdad nunca se supo.

Con ello también los problemas de salud municipal, por las enfermedades propias de esta actividad, la más antigua del mundo se disparen.

Sida, cuya incidencia ha pasado a tener más de mil casos atendidos en los diversos hospitales locales con familias completas infectadas incluyendo a los recién nacidos, gonorrea con brotes serios y recurrentes, sífilis y hasta tricomoniasis recurrente, por las relaciones impropias que se ejecutan, no se ha sabido de enfermedades más exóticas como la flor de Vietnam que las mujeres asiáticas infectaban a los soldados estadounidenses que peleaban en esos frentes, primeras guerras bacteriológicas con más tecnología que se emplearon.

Hoy las calles de la ciudad y los antros de esta, están repletos de pajarillos de blancas alas que buscan o complementar lo poco que ganan en la industria local o el comercio, en antros de fin de semana o en las cantinas locales.

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