Se mantiene la amenaza latente de violencia luego del zafarrancho ocurrido el fin de semana en el ejido El Zago, donde enviados de la familia Mendoza Villarreal, “reventaron” a pedradas un acuerdo ejidal.
A las 12 del mediodía de este lunes, los afectados acompañados del comisariado, Mauro Villarreal, así como del abogado, Benito Salazar Rábago, acudieron a la Fiscalía General del Estado para hacerse la evaluación de las lesiones que presentaban.
Los habitantes del Ejido el Zago temen una nueva agresión de personas ajenas al ejido que apoyan a la familia Mendoza Villarreal que es acusada de robarse varias cabezas de ganado.
El representante de los ejidatarios comentó que desde hace algunos meses tuvieron problemas con el robo de varias cabezas de ganado, incluso esta responsabilidad se le atribuía a los hermanos Mendoza Villarreal, quienes comparecieron ante la autoridad judicial.
Señaló que los acusados recuperaron su libertad, pero los ejidatarios tomaron diferentes medidas de restricción para evitar que continuaran presentándose estos casos que atentaban contra su economía familiar.
Aseguró que una de las medidas fue erradicar un abrevadero donde presuntamente iban a tomar agua los animales y aprovechaban para llevárselos, es por ello que fue derribado pues estaba dentro de los terrenos comunes.
Dijo que durante su reunión ejidal se les dio a conocer que estaban levantando este abrevadero, por lo que se tomó la decisión de la mayoría de derribarlo de nuevo, solicitando maquinaria pesada y personal especializado.
Indicó que cuando llegaron se encontraron con la familia Mendoza Villarreal, quien les hizo frente, incluso amenazaron con quemar la maquinaria, es por ello que prefirieron retirarse para evitar alguna confrontación.
Cuando regresaban, los ejidatarios fueron interceptados por un grupo de personas armados con machetes, palos y piedras que comenzaron a atacarlos, logrando herir a 8 personas, entre ellas un niño.
Es por eso que solicitaron la presencia de los cuerpos de seguridad, quienes concretaron la detención de algunos agresores, sin embargo quedaron detenidos por una falta administrativa y recuperaron su libertad.
Villarreal comentó que temen una nueva agresión de estas personas que son completamente ajenas al ejido, quienes están molestos por las determinaciones que han tomado la mayoría de los ejidatarios.
“Es mentira que nosotros queramos expulsarlos el ejido lo único que queremos es que respeten los acuerdos de la mayoría de los ejidatarios que no queremos que intervengan en las áreas comunes”, recalcó el comisariado.
De igual forma, la comitiva integrada por alrededor de 20 ejidatarios se reunieron con el delegado de la dependencia, Rodrigo Chaires Zamora a quien exigieron mayor vigilancia en la comunidad, además poner un alto a las agresiones pues podría darse una problemática mayor.
