Una sexoservidora y su cliente, un hondureño, fueron a parar hasta las instalaciones de Seguridad Pública, porque a pesar de que el centroamericano pagó por las caricias de la dama, esta se negó darle el servicio completo.
Bajó el argumento de que su cliente sólo le había pagado por un servicio normal, que no incluía besos, la mujer relató al Juez Calificador que cuando estaban intimando, el hondureño le pidió tener relaciones sexuales via impropia.
Agregó que al no estar conforme con lo anterior optó por salir huyendo del cuarto del hotel donde se encontraban, manifestando que el centroamericano la quería “desgraciar”.
El inmigrante en su defensa alegó que él desde un principio le dejó claro a la damita que era lo que quería que incluyera el sexo servicio, indicando que pretendía sostener relaciones sexuales de manera impropia, pero al estar a punto de llevar a cabo el acto, la trabajadora se arrepintió.
Finalmente, la pareja quedó a disposición del Juez Calificador en turno, ante quien no proporcionaron sus generales.
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