Uno de los niños también tenía los dientes ennegrecidos, con caries. La policía vio que O’Leary tenía una tercera niña que es la que parecía más saludable. Más tarde descubrieron que era la hija de Sheila O’Leary con un padre diferente que vive en Virginia.
Según los informes, esa niña visita a su padre durante algunas semanas cada dos meses, lo que contribuyó a su apariencia más saludable. Los padres están acusados de homicidio culposo por negligencia agravada, entre otros cargos, y estarán en la cárcel hasta su comparecencia el 9 de diciembre.