Comparece ante el Congreso además para presentar una reforma a la Ley de Adquisiciones
Tras comparecer y presentar la iniciativa de reforma a La Ley de Adquisiciones ante el Congreso del Estado, el secretario de Finanzas, Ismael Ramos Flores, desmintió la existencia de "empresas fantasma" con los que tienen una relación y son proveedoras del Gobierno del Estado.
El jefe de Finanzas dio una explicación sobre 13 empresas que se dicen “fantasma” sobre la situación ante el SAT, el Seguro Social y la Secretaría de Fiscalización y Rendición de Cuentas, así como de negocios con los que tienen relación comercial y el nombre de los socios que se decían inexistentes.
Sobre este punto, reiteró que las empresas cuestionadas en la investigación no son “fantasma”. Existe un acta constitutiva de todas y cada una de ellas, y se enuncia quiénes son los socios.
Todas tienen su registro ante el SAT en regla y fueron creadas en distintas fechas y años, lo que descarta la “creación artificial de empresas”, como un patrón o estrategia.
El Gobierno del Estado contrató un servicio con ellos el cual fue entregado en tiempo y forma. Otra muestra de que no son empresas “fantasma” es que tienen actividad comercial con otros clientes como es el caso del Gobierno de Nuevo León, la Sedena, entre otros.
No obstante, la investigación interna no encontró sustento respecto a la acusación de que son empresas “fantasma”. Se presentó una denuncia ante la PGJE para que se lleve a cabo una investigación.
Informó que el Gobierno del Estado busca eficientar sus proceso de compra y evitar que se presente la posibilidad de violar algunas de sus normas por lo que envía una iniciativa de Ley para hacer más estricto este proceso.
Contemplan entre otras cosas licitaciones inversas, identificación absoluta del proveedor (incluyendo georreferenciación, fotografías de los socios y representantes y fotografías de domicilios y bodegas), asi como experiencia previa con otros clientes e incluir la lista de los mismos.
Todas tienen su registro ante el SAT en regla y fueron creadas en distintas fechas y años, lo que descarta la “creación artificial de empresas “ como un patrón o estrategia.
