“Nos tronó la llanta, no se durmió, ni iba a exceso de velocidad, fue un accidente”, aseguró Óscar Pineda Islas, chofer copiloto del camión de la línea “La Amistad” que este lunes volcó provocando la muerte de 7 personas.
Postrado en la cama 9 del Hospital General “Amparo Pape de Benavides”, el chofer quien presenta una fractura expuesta en la pierna derecha, manifestó que conducía la unidad desde Acuña hasta Cuatro Ciénegas, cuando cambió el lugar con Jesús Hernández Córdova.
“Es cierto que era su primer viaje, pero estaba capacitado, es mentira que fuera a exceso de velocidad porque los camiones no superan los 95 kilómetros por hora”, aseguró.
"Es cierto que era su primer viaje, pero estaba capacitado, es mentira que fuera a exceso de velocidad porque los camiones no superan los 95 kilómetros por hora”
Óscar Pineda Islas
Chofer copiloto
Luego del accidente Oscar Pineda se mantenía bajo custodia de elementos de la Fiscalía General de Justicia, pero ayer mismo le fue retirada, al confirmarse que el chofer al momento del accidente era Jesús Hernández Córdova, actualmente prófugo.
Al hablar del accidente dijo que segundos antes escuchó al chofer decir “nos tronó la llanta” y momentos después, estaban boca arriba.
Señaló que el domingo fue un día normal, un viaje de rutina en donde llevaron a un grupo de hermanos de la religión de San Pedro a Acuña, pero ya se tenía rentado el camión para un viaje de regreso de Acuña a San Pedro.
“Cuando es el viaje de ida, acude solo un chofer, deja el pasaje y descansa uno o dos días, y ya posteriormente regresa, pero esta ocasión era diferente, porque ya se había rentado el camión y teníamos que regresarnos esa misma noche”, explicó.
Es por eso que manejó de San Pedro a Acuña. “Llegamos a las 11 de la noche, se bajó la gente e inmediatamente subimos al otro pasaje, yo manejé de Acuña a Zaragoza, fueron como dos horas y ahí se lo pase a mi compañero”.
Mencionó que se colocó entre los pasajeros para descansar un rato, ya que no le gusta ir en el camarote que se encuentra en la parte de abajo.
Dijo que por lo regular se detienen en Cuatro Ciénegas para descansar un rato, ir al baño o hacer compras, pero en esta ocasión no fue así, por lo que al despertar y darse cuenta habló con su compañero.
“Me levanté y me senté a un lado de él, le pregunte como venía y me dijo que bien, le pregunte que si quería que le ayudara y me dijo que no, que estaba bien, por lo que agarre agua para lavarme la cara y hacerle compañía, en ese momento me voltee para lavarme la cara y nomas dijo “nos tronó la llanta” y ya me desperté con la boca para arriba”.
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