Cientos de trabajadores acompañados de sus familias y personal administrativo de las diferentes unidades mineras formaron parte de la homilía
VILLA DE SAN JUAN DE SABINAS, COAH.- Por catorceavo año consecutivo, el obispo de la Diócesis de Piedras Negras, Alonso Gerardo Garza Treviño encabezó la Santa Misa en honor a la Virgen María de Guadalupe en la Mina La Esmeralda, donde participaron los trabajadores y sus familias.
Consolidada ya como una tradición en las empresas mineras pertenecientes a Minosa, y en especial en la mina La Esmeralda, la jornada en honor a la Virgen María de Guadalupe inició a temprana hora con la asistencia de familiares de los mineros, que disfrutaron de la danza que grupos de matlachines dedicaron a la Madre del Salvador.
Las fuertes ráfagas de viento frío y la humedad presentes no fueron impedimento para que las familias y mineros disfrutaran de las danzas, ejecutadas con precisión y entusiasmo al son de los tambores.
Fue en punto del mediodía cuando el obispo Alonso Gerardo Garza Treviño, acompañado del Párroco de la Iglesia de Guadalupe de Palaú, Teodoro Durán Ramírez, hizo su arribo a la explanada de la empresa, donde saludaron a trabajadores y sus familias, previo al inicio de la Santa Misa, así como a funcionarios encabezados por el gerente de operaciones de la Unidad Mimosa, Armando Díaz Cárdenas, y a representantes de los organismos sindicales.
Al dirigirse a los presentes durante el sermón de la homilía el obispo Garza Treviño recordó las palabras que Dios dijo a los primeros pobladores del mundo, “Crezcan y Multiplíquense” encomiendas que reconoció, se entendieron en todos los sentidos posibles, reconociendo que el ser humano ha crecido y se ha desarrollado en muchos campos, e igualmente la multiplicación, no solo en número de personas, sino con la presencia en todas las partes que se necesitan.
“¿Por qué les digo esto? Porque todos ustedes que trabajan en la mina y los que laboran en esta empresa, lo primero que van consiguiendo con su trabajo es su propio crecimiento en muchos aspectos, económico, corporal, de conocimientos, y en todos los campos; el trabajo tiene que ayudar siempre al ser humano a crecer y a hacer más, y tenemos que buscar siempre que todos los trabajos le ayuden a la persona a hacer más porque va en la misma línea de nuestra naturaleza, y así lo hacen ustedes aquí”, dijo.
El Obispo se mostró complacido por constatar que en la actividad ya tradicional de la misa a la Virgen María de Guadalupe se involucre a la familia, por lo cual felicitó a todos los presentes por su fe y por su devoción, ya que acompañada con el importante trabajo que realizan, fortalecen el núcleo de la sociedad y se cumple con el crecimiento que Dios mandó.
En el ámbito laboral, Garza Treviño felicitó el trabajo de los mineros, a quienes reiteró que gracias a su esfuerzo, la materia prima “el carbón” beneficia a toda la nación y el mundo en diferentes formas.
De la misma manera, el prelado recordó el ejemplo de la Virgen María, que desde el momento que recibió la buena noticia de la llegada del Salvador Jesucristo en su vientre, hizo crecer a las personas a su alrededor, a sus familiares, y después cuando Jesús cumple con su encomienda y sube al cielo, ayuda a los apóstoles, yéndose ella también al cielo, desde donde ayuda a las familias, para poder crecer nosotros, y regresa también en diferentes partes del mundo donde se va presentando en Fátima, se presenta en Francia, como la Señora de Lourdes, y en México como Guadalupe, donde gracias a su presencia, la fe en Cristo va en crecimiento en todas las regiones del País.
Al finalizar su mensaje, el Obispo invitó a los mineros a dar gracias a Dios y la Virgen María de Guadalupe, ya que durante el presente año en la mina La Esmeralda no se presentaron accidentes fatales, se cumplió con las metas de producción, y también a continuar creciendo en todos los aspectos.
Al finalizar la tradicional misa, el gerente de operaciones Armando Díaz Cárdenas agradeció la presencia del obispo de la Diócesis de Piedras Negras Alonso Gerardo Garza Treviño que por catorceavo año consecutivo encabezó el festejo a la Virgen María de Guadalupe en la unidad minera.
“Renovamos ese compromiso de hacer crecer la empresa, de cumplir las metas, y no solo por el bienestar de la comunidad, sino también del propio País. En nombre de la Familia Ancira Elizondo, en nombre también de nuestro Director de Operaciones Arturo Arroyo, gracias por su presencia y también de mi familia aquí presente, quiero agradecer profundamente que nos hayan acompañado en esta celebración. Señor Obispo, muchísimas gracias por estos catorce años ininterrumpidos que ha estado aquí con nosotros”, reiteró.
Finalmente, Díaz Cárdenas deseó a todas las familias presentes una muy feliz navidad y un año nuevo lleno de muchas bendiciones.
