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Opinión

DESDE MI TECLADO

Amables lectores, tengan ustedes un buen día.

Oscar Rodriguez
Por Oscar Rodriguez - 30 abril, 2023 - 10:43 a.m.
DESDE MI TECLADO

En la actualidad podemos disfrutar de los avances científicos y tecnológicos que una gran cantidad de personas han puesto a nuestra disposición. Inventos que ni en los más optimistas escenarios fueron imaginados por los habitantes de este planeta de otros tiempos. Muchos han sido los elementos que han contribuido para llegar hasta donde estamos y como muchas veces sucede en los triunfos, destaca más el anotador del gol que la férrea defensa que tal vez sea la base de la victoria. Los grandes descubrimientos de las diversas leyes de la física tienen como pieza fundamental la comunicación. Poco se hubiera logrado sin la utilización de una herramienta eficaz de transferencia y comprensión de ideas. El idioma en sus diversas presentaciones. Y casi tan importante como ella es la clasificación. De cualquier cosa. Según sea el tema del que hablemos, la categorización de sus componentes será sin duda un elemento valioso.

Imaginemos un escenario de gente primitiva que a su alrededor tiene un mundo lleno de una variedad de entidades. De acuerdo a sus observaciones empieza a clasificar el mundo en objetos y seres vivos. Luego divide a los seres vivos en plantas y animales. Los animales pueden ser vertebrados o invertebrados. Los vertebrados se pueden agrupar en peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos. Y luego los reptiles los puede dividir en saurios, ofidios, crocodílidos, quelonios y tuataras. Y según se vayan encontrando características de agrupación se podrán ordenar y separar los elementos que compongan a los conjuntos.

Otro ejemplo. En aritmética, existen los números. Los que encontramos en la naturaleza se llaman muy atinadamente números naturales. Tienen la característica de ser enteros y positivos. Nunca podremos ver árboles negativos. El conjunto de los números enteros incluye a los negativos y al añadir a los números fraccionarios tenemos al conjunto de los números racionales (que pueden obtenerse con una división). Pero existen los números irracionales (como Pi). Juntos, los números racionales y los irracionales forman los números reales, porque también existen los imaginarios.

Una de las clasificaciones más interesantes es la de Dewey. Esta metodología es utilizada en las bibliotecas para agrupar los volúmenes que la componen. Se asigna una clave a cada libro de acuerdo al tema del que se trate según una primera tabla que tiene diez temas: 000 Obras Generales, 100 Filosofía, 200 Religión, 300 Ciencias Sociales, 400 Filología, 500 Ciencias puras, 600 Ciencias Aplicadas, 700 Bellas Artes, 800 Literatura, 900 Historia.

Este mes se han cumplido treinta y un años del fallecimiento de Isaac Asimov. En 1977 había sufrido un infarto y en 1983 fue sometido a una intervención quirúrgica cardiovascular en la que le realizaron un triple bypass coronario. En el transcurso de esta operación recibió una transfusión de sangre contaminada con el virus VIH. En ese tiempo no se habían establecido aún las medidas adecuadas para evitar este tipo de contagios.

Escritor y profesor de bioquímica en la Universidad de Boston, Asimov llegó a escribir más de quinientos volúmenes en los que aborda una amplia variedad de temas. De hecho, según algunas fuentes sus obras están en las diez divisiones de la clasificación Dewey (aunque también hay versiones que mencionan que solamente están en nueve de esas agrupaciones).

Por cierto, en un conocido sitio de internet en el que se comparten videos está la grabación de una entrevista al doctor Asimov llevada a cabo por el presentador David Letterman en octubre de 1980. Según lo que mencionan en dicho material, en ese tiempo Asimov acababa de publicar su libro número doscientos veintiuno. Letterman enfatiza que él no ha escrito ni siquiera esa cantidad de tarjetas postales (bueno, era lo que se usaba en ese entonces).

El fragmento de esta entrevista que más me sorprendió es cuando el doctor Asimov se refiere a que en el futuro cada uno de nosotros podemos tener nuestro canal de televisión. Esta afirmación se ha convertido en una realidad. Un grupo numeroso de personas se dedican a comunicar desde recetas de cocina, hasta comentarios de música, recorridos turísticos u opiniones personales de cualquier tema.

Según se publica, Asimov solamente viajó en avión dos veces en toda su vida y además era claustrofílico (lo opuesto a claustrofóbico), es decir que disfrutaba de los lugares pequeños y encerrados. Además, a Asimov se le atribuyen la introducción al idioma inglés de por lo menos tres palabras: positrónico, psicohistoria y robótica así como la elaboración de las tres leyes de la robótica, las cuales aplica a la mayoría de los robots de sus obras.

Como punto contrastante de la obra de Asimov está la publicación de un artículo humorístico aparecido en la revista Astounding Science Fiction en 1948 cuyo título era “Las asombrosas propiedades endocrónicas de la tiotimolina resublimada” en la que habla de una sustancia que supuestamente se disuelve 1.2 segundos “antes” de que se le agregue agua.

A lo largo de su vida, Asimov recibió una gran cantidad de reconocimientos, entre ellos, en 1981 un asteroide fue nombrado “Asimov” en su honor, además a un cráter del planeta Marte también le fue asignado ese nombre. También fue el ganador del premio “Hugo” (otorgado anualmente a las mejores obras de ciencia ficción) varias veces, así como del premio James T. Grady a la mejor labor de divulgación científica por su obra “Introducción a la ciencia” (altamente recomendable).

Me quedan algunas otras cosas que quisiera comentarles, pero eso será la próxima vez.

Que tengan ustedes una excelente semana.

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