Luego de ser arrebatado de los brazos de su madre y mordido en el cuello y rostro por un feroz pitbull, el pequeño Gustavo Calzada se recupera satisfactoriamente gracias a la oportuna intervención de médicos de la clínica siete del IMSS.
El pequeño Gustavito originario de Sabinas, se recuperaba ayer satisfactoriamente en el tercer piso de la clínica siete.
Su carita fue reconstruida por un cirujano plástico luego del ataque del perro y se espera que pronto sea dado de alta para regresar a su casa.
A pesar de la traumática experiencia, el pequeño se muestra sonriente mientras platica con voz entrecortada que le tiene mucho miedo a los perros y que no se les acercará nunca, mientras muestra la mano derecha que también le mordió el pitbull.
Su madre María del Rosario Andrade de Calzada, explica que al momento del ataque todo ocurrió muy rápido.
“Yo iba con el niño en brazos, acababa de salir de la casa de mi papá cuando sentí que el perro nos seguía, por instinto lo cargué, de pronto el perro se abalanzó sobre él niño, le mordió un pie y me lo jaló, arrebatándomelo de los brazos, por eso mi hijo también tiene rasguños en la espalda”, explicó.
Agregó que en medio de la confusión no sabía qué hacer, por fortuna vecinos la ayudaron golpeando al perro para que soltara a su hijo al que ya le había mordido la cara y el cuello.
“La ambulancia llegó a tiempo y los trasladaron rápido, lo revisó un especialista particular y uno del IMSS quienes optaron por una intervención que duró casi cinco horas”. Señaló que además de la reconstrucción y acomodo de la mejilla también le suturó lesiones en el cuello.
Dijo que por fortuna no hubo necesidad de injertos de piel y ante eso existe la posibilidad de que pronto sea dado de alta. La madre de familia agradeció a los médicos del IMSS la intervención oportuna que tuvieron con el pequeño ya que la herida era aparatosa y temían lo peor. En cuanto a los dueños del perro, comentó que fueron citados por las autoridades de Nueva Rosita quienes ya firmaron un convenio donde se comprometen a hacerse cargo de los gastos, aunque lamentó que tuvieran al perro suelto en la calle.
