SAN BUENAVENTURA COAH.- Una mordida en el cuello y arañazos en el rostro fue el resultado del pleito entre dos alumnos de sexto grado en el interior de su salón de clase en la escuela primaria Ruperto del Valle ubicada en la zona Centro, el afectado de nombre Néstor afirma que desde segundo año tienen que soportar el maltrato de Alfredo del que dicen toma pastillas para controlarse.
La madre del afectado, narra que fue el pasado miércoles cuando acudió a la escuela porque le llamaron para decirle que se había registrado un problema con su hijo, pero al acudir y ver los hechos se encontró con que los padres del agresor eran los enojados porque según, ella les había hablado.
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Fue entonces cuando les aclaró que estaban ahí porque les había llamado la maestra del grupo Judith Bereni
ce Mendoza Méndez y que el afectado era su hijo por lo que exigirá una solución al respecto.
En respuesta la maestra de grupo les dijo que como había habido una agresión fuerte tendrían que acudir al DIF para ser atendidos pero que estaban suspendidos dos días.
“Suspender no es castigo, la maestra del grupo sabe que ese niño llamado Alfredo es agresivo, que todos están batallando con él desde segundo grado y los problemas se hacen porque los provoca aventando, golpeando, arañando a sus compañeros”, dijo la madre de Néstor.
“Todos en el salón tenemos cinco años de soportar los ataques, de Alfredo” dijo Néstor, alumno de sexto año de la escuela primaria Ruperto del Valle.
Agregó que ella trabaja y que acudir a las terapias representa tener que levantarse más temprano e incluso no dormir ya que tiene un niño pequeño y además trabaja, un cambio radical en la vida de la familia y todo por la agresión de un compañero de clase.
Por su parte Néstor dice que cuando entró a primero de primaria a la escuela todo iba bien pero cuando empezaron el segundo año, el niño agresor fue cambiado de su salón al de él y desde entonces han pasado cinco años de muchos problemas.
“Es él quien nos provoca por eso se hacen los problemas porque está enfermo y tiene que tomar medicamento para calmarse pero nosotros no tenemos la culpa y menos yo que me suspendan por algo que no provoqué” dijo el niño afectado.
Agregó que la maestra del grupo tiene conocimiento de comportamiento del alumno que toma medicamentos y de las agresiones que comete contra sus compañeros pero no lo corrige ni le dice nada.
Cabe mencionar que un grupo de madres de familia de este grupo manifestaron su inconformidad pues sus hijos que presenciaron los hechos fueron callados por la maestra quien les dijo que no pasaba nada pese al voladero de papeles, libros, cuadernos y material didáctico que el furibundo alumno lanzó por todo el salón.
