Familiares y amigos dieron el último adiós a la señora Zoila Rivero y a su hija Guadalupe Hernández quienes eran personas muy serviciales y de excelente trato. La misa de cuerpo presente se realizó en la Iglesia Divina Providencia de la colonia Miravalle para finalmente llegar al panteón “Las Misiones” de Frontera.
Los cuerpos de las enfermeras llegaron a las 11:30 de la noche del jueves, horas antes sus familiares las estaban esperando, Samuel Hernández Rivero, hermano de Lupita comentó que se enteraron del accidente mediante las redes sociales, nadie creía lo que estaba pasando.
“Mucha gente la conocía, mi mamá siempre tenía una sonrisa y mi hermana igual, hemos recibido apoyo de personas que ni conocemos, dejaron muchas amistades en el camino. Eran como todos, tenían su carácter pero todo el mundo las apreciaba, en sus trabajos eran igual de serviciales y atendían a todos por igual y al máximo”.
Lupita y Zoila, habían acudido a Ciudad Victoria por el documento que avalaba a Lupita como enfermera especialista quirúrgica, el plan era que Samuel las llevara pero debido a un problema no pudo hacerlo. Su hermana y mamá dijeron que no se irían solas para luego cambiar de opinión y salir a las 3:00 de la mañana, pero faltando 40 kilómetros para llegar a su destino ocurrió el fatal accidente.
La última comunicación que Samuel tuvo con su hermana fue el martes a las 10:00 de la noche, cuando le avisó que no las podría llevar, con su mamá habló el miércoles a las 6:00 de la mañana cuando iban saliendo de Monterrey, no lo tomó como despedida porque siempre estaban en comunicación, pero si notó algo extraño: no le dijo que iban a regresar con bien o un “si Dios quiere” como ella siempre se expresaba.
Fue hasta las 11:00 de la mañana cuando él y el esposo de Lupita, Raúl Iván que tuvieron noticias por las redes sociales, decidieron partir antes que las autoridades se pusieran en contacto con ellos. Los trámites para recoger los cuerpos los hicieron en Ciudad Victoria y solo les dificultó la hora porque todos los documentos fueron ágiles.
El jueves por la mañana les entregaron a sus familiares, el regreso fue demasiado triste para ellos y un poco confuso por que no asimilaba la situación.
La hija menor de Lupita la estuvo pidiendo mucho estos días, sus otros dos hijos están devastados, Dayanna de 12 y el Kevin de 16 años, quienes permanecerán con su papá y la familia los apoyará, para Kevin es más difícil porque era demasiado apegado a su abuela Zoila, debido al trabajo de sus padres.
Respecto al negocio de Zoila Rivero, Samuel dijo: “No sabemos qué ocurrirá con el negocio de uniformes el cual ya tiene muchos años y yo estuve al frente por un tiempo pero tengo mi propio negocio al igual que mi cuñado”.
La familia cambió la hora de la misa a las 2:00 de la tarde en la Iglesia Divina Providencia y posteriormente les dieron sepultura en el panteón “Las Misiones” en el municipio de Frontera.
