Murió en los Estados Unidos a donde partió para darle a su familia una mejor calidad de vida
El cuerpo del monclovense que murió la semana pasada buscando cumplir el sueño americano arribó ayer a la capital del Acero, la Ciudad que le vio nacer para ser velado y finalmente sepultado por su esposa, hijos y familiares.
En la funeraria La Paz ubicada en el sector Oriente de Monclova permaneció desde la noche del lunes el cuerpo de Reynold Nuñez Gómez, quien partió de la colonia Continental Guerrero hacia los Estados Unidos en busca de mejorar la vida de su esposa Elsa Morales y sus dos pequeños de 4 y 6 años.
Con profundo dolor se dejó ver a la familia Núñez Gómez conformada por cinco hermanas y dos hermanos, que se cuestionaban por qué su hermano de 34 años de edad no pidió ayuda si tenía problemas económicos.
Su joven esposa de nombre Elsa, con sentimiento y tristeza observó el cuerpo de su esposo al que temía no volver a ver jamás, por haber perdido la vida en el vecino país a donde se desplazó para trabajar luego de vivir meses con crisis económica.
Ella personalmente acudió hasta la ciudad de Eagle Pass en los primeros días del mes a reconocer el cuerpo, luego de que el consulado le informara de la muerte por deshidratación que tuvo “Wiber”, como le llamaban sus amigos.
Reynold en vida fue un hombre lleno de luz, alegría, y esto le generó decenas de amistades sinceras.
Su familia fue conformada por su esposa Elsa Morales y sus pequeños hijos de 4 y 6 años de edad, mismos que ahora se encuentran desconcertados sin saber cómo reaccionar al ver a su padre en un ataúd.
Desde el pasado mes de noviembre, Reynold no tenía trabajo y las carencias eran muchas en su vivienda ubicada sobre la calle Jiménez de la continental Guerrero.
Aún y cuando buscó trabajo y dejó un sinfín de solicitudes nunca tuvo respuesta, fue hasta un día después de ser reconocido por su esposa cuando una constructora llamó al teléfono celular de él para decirle que tenían una vacante que él podía cubrir.
“Mi esposo se me murió señor, el ya no está vivo” decía Elsa a la persona que ofrecía el trabajo al monclovense.
Ayer en la misma capilla de velación se le realizó una misa, se inició con el rosario del novenario para difuntos y finalmente se trasladó el cuerpo para su cristiana sepultura en el Panteón Guadalupe.
Todos los presentes se despidieron de “Wiber” diciendo “pronto nos vemos”, aseguraron se fue del mundo una persona buena con mucho amor para dar a su familia.
“Sus niños los dejó aquí solitos, no pensó en ellos yo creo, me duele tanto su ausencia pero me pudo más no llorarle cuando falleció” comentó su hermana Violeta Denisse.
