La tradición de visitar el panteón el Día de las Madres es una costumbre muy pelicular de nuestro país. Todo el entorno que engloba la imagen que tiene el mexicano sobre la muerte es diferente a la concepción que se tiene de la misma en el resto del mundo. De ahí que esta costumbre no se vea como algo extraño por nosotros mismos. Sin embargo detengámonos un momento y pensemos: el Día de las Madres es un día de fiesta, de devoción, admiración y amor, ¿por qué visitar un lugar que representa todo lo contrario?
En primer lugar por lo que se menciona anteriormente: el mexicano llora la muerte de un ser querido pero al mismo tiempo la celebra, se viste de muerte, la colorea, le lleva flores y la normaliza. También influye el pensamiento religioso de creer que el difunto se dará cuenta de la visita de los familiares.
El Panteón Guadalupe
“Yo creo que también debe ser porque dicen que ahora no los dejan meter tanta flor, todo eso nos perjudica mucho a nosotros que vivimos de esto”.
Contrario a lo mencionado anteriormente este año el panteón Guadalupe de Monclova no recibió a los mismos visitantes que años anteriores.
El número de personas que acuden a llevar flores a las madres difuntas cada año disminuyó notablemente. Hay muchos factores que pudieron influir en ello.
Al charlar con los familiares que sí asistieron a limpiar las tumbas y llevar flores mencionan que cada año ellos se han percatado que son menos los familiares que van al panteón, mencionan que quizá se deba a que la gente piensa que no es necesario hacerlo más y prefieren, por ejemplo, publicar alguna fotografía en las redes sociales.
Sin embargo, ellos sí asistieron y según mencionan lo seguirán haciendo hasta que su cuerpo les permita. Ya que el calor llega a ser muy agobiante durante esta época del año.
Ritual de una tradición
Por lo general las familias deciden asistir al panteón lo más temprano que sea posible, para evitar ser alcanzados por las altas temperaturas del mes de mayo. Lo primero que hacen es detenerse a comprar arreglos florales; después continúan su camino hasta la tumba del familiar e inician con la limpieza de la misma. Actualmente, por todo el panteón hay diferentes grupos de jóvenes cargando instrumentos de limpieza, quienes se dedican a ayudar a limpiar las tumbas por alguna cantidad de dinero. Después los familiares colocan las flores y permanecen con el difunto algunos minutos más. La mayoría de las familias tienen un largo recorrido, ya que visitan entre 3 y 5 tumbas por familia. “Nosotros decidimos visitar 2 en la mañana y 2 por la tarde, ya que es muy pesado todo el proceso”, menciona una señora que está llevando flores a la tumba de su cuñada.
Había música en el panteón. Personas tocando el acordeón y la mayoría con guitarras, “Cruz de olvido” era el tema que interpretaban. “Cada año llevamos serenata a todas las tumbas de nuestras familiares que en vida fueron madres; tocamos sus canciones favoritas, después de haber limpiado las tumbas y traer flores frescas. Ahorita solo estamos 3 pero somos 9 hijos, cada uno vendrá en el transcurso del día, aquí nos vamos encontrando, traemos comida, y jugamos lotería ya que era algo que caracterizaba mucho a mi mamá”, menciona un hombre que dice viene cada año desde Laredo, Texas”.
Las flores, un importante elemento
“Pues no creas, ya no es tan importante llevar flores; para empezar ya se usan más las que son de plástico porque duran más, se les olvida que la flor original es la natural”, comenta el florista Armando, que tiene desde las 6 am frente al panteón. “Venimos desde Hidalgo cada año, y este ha sido de los peores, yo creo que también debe ser porque dicen que ahora no los dejan meter tanta flor, que porque después hay mucha flor marchita y basura. Hasta dicen que es porque anda mucho el Dengue y es peligroso, pero pues todo eso nos perjudica mucho a nosotros que vivimos de esto”.
El tráfico frente al panteón fluyó sin ningún problema. Se registraron quejas de parte de los visitantes quienes mencionaban que el lugar se encontraba en muy mal estado. Y así culminó un año más de esta tradición que sin lugar a dudas es un acto que nos distingue de la celebración que se realiza en todo el mundo.
