“No somos competencia para los grandes centros comerciales. Ellos tienen miles de productos; nosotros sólo tres presentaciones de tortilla, pero no nos rajamos. Hay que seguir adelante”, señaló don Pedro Lezama, un tortillero de más de 40 años en Piedras Negras.
Agrega que las tortillerías tradicionales están contra las cuerdas, sobre todo él, porque el Centro Histórico está muerto; “ya no hay comercios, sólo cantinas, y la gente no pasa por aquí, y mucho menos a comprar tortillas. Es un gancho doloroso. Los centros comerciales venden sus paquetes de tortillas más baratos que nosotros. Algunas tiendas venden a 9 y 10 pesos, y los tortilleros a 19 pesos el kilo. A ellos no les importa perder dinero en la venta de tortillas, pero a nosotros sí nos cuesta y mucho”, explica.
Dice que tienen que pagar sueldos, impuestos, servicios e insumos.
“Desde que abres la puerta y enciendes la luz, ya estás gastando dinero”.
En cambio, los centros comerciales venden de todo: carnes, frutas, artículos, latería, lácteos y cientos de productos más.
Su tortillería se ubica en la calle Zaragoza, en pleno Centro Histórico.
Lamenta que con la construcción del Puente Internacional 2 se partió la ciudad. “Y a nosotros”, enfatiza.
Toda la gente de las colonias Morelos, Bravo y Buenos Aires le da la vuelta al Centro; ya no caminan por la Zaragoza.
Igual sucede con la gente de la Mundo Nuevo, Centro y Pocito.
“Yo voy a seguir vendiendo tortillas, pero a veces te desanimas”, expresó don Pedro Lezama.
Don Pedro Lezama, tortillero desde hace más de 40 años.
La tradicional tortillería “Espiga de Oro” opera en la calle Zaragoza, en pleno Centro Histórico de Piedras Negras.
