El huracán Helene ha dejado una estela de destrucción en Carolina del Sur, especialmente en Greenville, donde la comunidad castañense residente en la zona está padeciendo los estragos de la tormenta. La falta de energía eléctrica, gas y alimentos ha obligado a muchos a abandonar sus hogares en busca de refugio en otros estados.
Según informes oficiales, el huracán Helene ha causado al menos 30 muertes en los Estados Unidos, con la mayoría de los fallecimientos ocurridos en Carolina del Norte y Carolina del Sur. La tormenta también ha dejado más de 1 millón de hogares sin electricidad en las Carolinas, con 628.317 en Carolina del Norte y 621.966 en Carolina del Sur. La región de Greenville es una de las más afectadas, junto con Spartanburg y Asheville.
El ciudadano Jimmy Macías, residente en Greenville, compartió en redes sociales su experiencia: "No hay energía eléctrica, gas ni alimentos. Nos vemos obligados a salir de Greenville con destino a Charlotte en busca de refugio". La situación es desesperante, y muchos están buscando ayuda en otras ciudades. Los refugios están llenos, y la demanda de alimentos y suministros básicos es alta.
