SALTILLO, COAHUILA.- La noche del sábado fue mágica para los fanáticos de Marco Antonio Solís en Saltillo, Coahuila, pasadas las 22:00 horas, el cantante apareció en el escenario del estadio Francisco I. Madero, recibiendo una ovación que pareció envolverlo como un cálido abrazo.
Con más de 45 años de trayectoria, "El Buki" demostró por qué sigue siendo una figura fundamental en la música latina, combinando sus grandes éxitos con mensajes de inspiración.
"Las adversidades son las oportunidades verdaderas para crecer", reflexionó Solís en uno de los momentos más íntimos de la velada, emocionando a un recinto que mostró una gran entrada para recibirlo.
Su repertorio fue un viaje por los sentimientos y recuerdos de varias generaciones, interpretando clásicos como "El peor de mis fracasos", "Cuando te acuerdes de mí", "No hay nada más difícil", "Morenita" y "Si no te hubieras ido", entre muchos otros, todos coreados con entrega total por sus seguidores.
Antes de su presentación, Mar Solís, hija del cantautor, fue la encargada de abrir el escenario, ganándose la admiración del público con su talento y carisma.
Uno de los momentos más sorpresivos de la noche llegó cuando Marco Antonio realizó una breve coreografía inspirada en el show de Kendrick Lamar en el último Super Bowl, mostrando cómo la música puede unir generaciones y culturas distintas.
Así, entre aplausos, lágrimas y sonrisas, Marco Antonio Solís renovó su eterno lazo con Coahuila, dejando claro que su música sigue tocando corazones como el primer día.