SAN BUENAVENTURA, COAHUILA.- A veces, la vida acomoda las piezas de formas que parecen imposibles. Esta semana, en el corazón del municipio, una historia conmovió a toda la comunidad: la de Fiona, una perrita que, tras cuatro años con una familia adoptiva, volvió con su dueño original... el día de su cumpleaños.
Javier Flores Rodríguez, conocido cariñosamente como "Pirata", es un empresario local que hace cuatro años, junto a su familia, adoptó a Fiona tras verla deambulando por el Ejido 8 de Enero. Desde entonces, la criaron con amor, compartiendo su hogar y su vida con ella, en especial los niños, quienes la consideraban parte de la familia.
Este martes por la mañana, Flores decidió llevar a Fiona con él al trabajo. Primero pasó a bolear sus botas en la plaza principal, y después ingresó a la presidencia municipal, donde labora. Minutos después, recibió una inesperada noticia: unos ciclistas se habían llevado a la perrita.
"La andábamos buscando... no sabíamos quién se la había llevado", relató visiblemente conmovido. Más tarde, supo que el hombre que se la había llevado era, en realidad, su dueño original quien radica en Monclova. Fiona se le había extraviado hace cuatro años, y, en un giro sorprendente del destino, la volvió a encontrar justo el día de su cumpleaños.
"Me sorprende mucho cómo son las cosas, pero es su mejor regalo... Aquí la vamos a dejar con él porque es su dueño. Nosotros, espero la hayamos cuidado con todo nuestro corazón", dijo Javier con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada, mientras acariciaba a Fiona por última vez.
El dueño de regreso a Monclova pasó a la capilla de San Judas Tadeo para dar gracias por haber encontrado a su perrita.
La historia ha tocado los corazones de vecinos y usuarios en redes sociales, donde se ha compartido ampliamente como un recordatorio de que, a veces, las despedidas más dolorosas también pueden ser actos de amor.