FRONTERA COAH.- La comunidad de Frontera se encuentra de luto tras la inesperada pérdida del Padre Rodrigo, un sacerdote muy querido por la gente y reconocido por su dedicación y amor hacia los demás. Su hermana, Petra Hernández, compartió conmovedores recuerdos sobre su hermano, quien siempre fue un hombre sencillo y amable.
"Era un gusto atender a la gente", recordó Petra, quien destacó cómo el Padre Rodrigo solía visitar a muchas familias en su paso por Saltillo. Su vocación religiosa había sido una decisión apoyada desde la infancia por su madre, quien le contó que desde pequeño él había expresado su deseo de convertirse en sacerdote.
El Padre Rodrigo, tras ser ordenado diácono, mantenía una fuerte conexión con la comunidad. A menudo viajaba a Frontera para celebrar festividades con aquellos que lo apreciaban profundamente. "Bien recibidos por toda la gente, no tenemos palabras para agradecerle a toda la gente por su hospitalidad", comentó Petra, reflejando el cariño que el sacerdote cosechó a lo largo de su vida.
La trágica noticia del fallecimiento del Padre Rodrigo llegó tras un accidente vehicular. Petra estuvo con él en sus últimos momentos y relató que, aunque inicialmente parecía estar fuera de peligro y se estaba recuperando, sufrió un infarto fulminante que le quitó la vida mientras estaba hospitalizado. "Estábamos tan contentos porque pensábamos que había pasado el peligro; platicaba y recibía videollamadas", lamentó.
Los restos del Padre Rodrigo serán sepultados en los Jardines de Santo Cristo, cerca del seminario mayor en Saltillo. En medio del dolor, Petra pidió a la comunidad que eleven una oración por el eterno descanso de su hermano y por toda la familia que hoy enfrenta esta dura realidad.
La memoria del Padre Rodrigo perdurará en los corazones de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y recibir su amor incondicional. Su legado como líder espiritual y amigo será recordado por siempre en Frontera y la Región.
