La industria automotriz de la Región Centro enfrenta un clima de incertidumbre ante la amenaza de Donald Trump de imponer un arancel del 25% a productos del T-MEC. Mario Dante Galindo, secretario de la CTM en Frontera, advirtió que las empresas con contratos colectivos podrían entrar en paros técnicos, afectando directamente a los trabajadores.
Mientras no hay información oficial de México ni de Estados Unidos, las compañías han tomado medidas preventivas como la reducción de producción y el acopio de inventario para mitigar el impacto de un posible impuesto.
Galindo explicó que los clientes han incrementado sus pedidos para abastecerse antes de un eventual encarecimiento, generando un repunte momentáneo en la producción.
Sin embargo, advirtió que una vez asegurado el inventario, el flujo de trabajo podría reducirse drásticamente. Pese a la tensión, el ausentismo laboral es mínimo, pues los trabajadores buscan conservar sus empleos. Aunque no se han anunciado paros técnicos, el líder sindical adelantó que, de ser necesarios, se negociarán esquemas de pago reducidos para evitar despidos.
El dirigente sindical criticó la intención de Trump de trasladar la producción automotriz a Estados Unidos, argumentando que los costos laborales triplican a los de México y que el sector estadounidense enfrenta la competencia de los vehículos chinos.
También señaló la incertidumbre en torno a la transición a los autos eléctricos, destacando que, pese a las proyecciones optimistas de hace años, los consumidores siguen prefiriendo los de combustión interna por su confiabilidad y costos.
A la espera de un anuncio oficial, Galindo recordó que cualquier arancel requiere el respaldo del Congreso estadounidense y confió en que, de aplicarse, afectará solo a sectores específicos y no a toda la industria.
Mientras tanto, el sector automotriz se mantiene en vilo, con la esperanza de que el T-MEC brinde protección ante posibles restricciones comerciales.
