Un grupo de más de 30 familias de la colonia Rieles del Valle se siente defraudado por la constructora GUAO S.A. de C.V., dirigida por Andrés Oyervides, hijo del prominente empresario Gerardo Oyervides. Los afectados han denunciado que las viviendas que adquirieron a través del Infonavit presentan defectos estructurales graves, lo que ha generado un clima de desesperación y descontento en la comunidad.
Los vecinos, quienes realizaron la compra con gran esfuerzo y sacrificio, han reportado que sus casas están en un estado lamentable. Las paredes se están cuarteando, permitiendo el ingreso de rayos de sol, los techos se despegan y la falta de tierra física ha ocasionado cortocircuitos y daños a sus electrodomésticos. "Los recibos de electricidad superan los 2 mil pesos mensuales, a pesar de no tener aire acondicionado", lamentó uno de los vecinos.
El problema comenzó a manifestarse tras solo ocho meses de haber adquirido las viviendas. En enero de 2022, los primeros signos de deterioro fueron visibles, pero las reparaciones realizadas por la constructora resultaron ser superficiales e ineficaces. A pesar de notificar a GUAO S.A. sobre las fallas, la situación solo ha empeorado.
En respuesta a las quejas acumuladas, los vecinos enviaron un oficio al Infonavit, lo que llevó al delegado Gustavo Díaz Gómez a visitar la colonia. Sin embargo, su intervención no resultó en soluciones concretas. "Nos brindó su número personal, pero nunca contestó nuestras llamadas", explicó Perla Torres, una de las afectadas.
Andrés Oyervides también estuvo presente durante la visita del delegado y expresó su desinterés por la situación: "Nadie puede hacerme nada porque mi papá tiene influencias", relataron los vecinos sobre su actitud desafiante.
La frustración ha llevado a los residentes a organizarse y presentar una denuncia ante el Ministerio Público por el delito de fraude. Sin embargo, sienten que el proceso no avanza como debería y han sido sometidos a constantes vueltas sin respuestas claras. "Nos piden un estudio de mecánica de suelo que cuesta alrededor de 6 mil pesos para cada domicilio; es el costo más bajo cuando el estudio real supera los 15 mil", señalaron.
Las reparaciones que promete la aseguradora no parecen adecuadas ni suficientes para resolver los problemas estructurales. "Nos dicen que van a reparar las paredes, pero nuestras casas ni siquiera tienen muros sólidos", enfatizó Jaqueline Salazar.
El Ministerio Público ha recomendado no permitir que la aseguradora realice perforaciones para inyectar cemento en el subsuelo, lo cual podría agravar aún más la situación.
"Es muy triste darse cuenta que compramos puro mugrero", comentó Amairany Haro con voz entrecortada.
A medida que más familias se suman a las denuncias y luchan por obtener justicia, queda claro que la comunidad no se rendirá hasta ver resueltas sus demandas y garantizar un hogar seguro para todos sus habitantes.