NAVA, COAH. – Un rancho remodelado a detalle, caballos de registro y obras millonarias han desatado sospechas entre ciudadanos de Nava, quienes cuestionan el origen de los recursos con los que el actual alcalde, Iván Ochoa Rodríguez, habría adquirido la propiedad. Lo que ha encendido aún más los rumores es que el anterior dueño del rancho ocupa ahora la Tesorería Municipal.
En cafés, grupos vecinales y chats de WhatsApp se repite la misma historia: el rancho, antes descuidado, ahora luce caballerizas nuevas, jardines tipo residencial, muros perimetrales reforzados y un salón de eventos que sólo unos pocos han pisado. Todo esto ocurre mientras en las colonias populares se siguen acumulando quejas por baches, alumbrado deficiente y agua intermitente.
La relación entre el alcalde y el tesorero no ha pasado desapercibida, especialmente porque la compraventa del terreno se concretó semanas antes del nombramiento oficial. Hasta ahora, no se ha publicado una declaración patrimonial detallada del edil, y algunos exfuncionarios que conocen el caso prefieren guardar silencio. Mientras tanto, crecen las voces que exigen transparencia y temen que el poder público esté siendo utilizado para beneficio personal.
"¿Cómo alguien que apenas entra al cargo ya puede presumir propiedades de ese nivel?", cuestionan ciudadanos. La opacidad con la que se maneja la administración, sumada a los nuevos lujos del círculo cercano al alcalde, ha generado desconfianza entre la población. En Nava, aseguran, la luna de miel política se acabó demasiado pronto.