Contactanos

Coahuila

Funda Doña Petra la Colonia más grande

Dina Flores
Por Dina Flores - 03 septiembre, 2017 - 00:58 a.m.
Funda Doña Petra la Colonia más grande

El sueño de tener una vivienda para heredar a sus hijos llevó a un grupo de mujeres a posesionarse en 1973 de un predio que más tarde se convirtió en la colonia 18 de Febrero de San Buena

SAN BUENAVENTURA, COAH.- La necesidad de contar con un techo propio y dejar un patrimonio para sus hijos llevó a Petra Olga Castellanos Casas y un puñado de madres de familia a buscar dónde vivir posesionándose de un predio que con el paso de los años se ha convertido en el sector más grande de la población: la colonia 18 de Febrero.

Aunque los años han minado su cuerpo y hoy permanece sentada en una silla de ruedas, su mente brillante recuerda cada una de las penurias por las que pasó junto con aquellas mujeres que comulgaban con su ideal, la de tener un terreno dónde con sacrificios construir una casa.

Todo comenzó con una plática entre vecinas, de aquellas que apenas teníamos para sobrevivir que en aquel entonces éramos muchas en el pueblo por lo que teníamos que hacer algo, afirma.

Fue el Notario Público, Óscar Maldonado quien una vez que conformó la papelería les dijo que sí se podían meter a esas tierras que nadie reclamaba pero que todos decían que tenían dueño para que se iniciaran las subdivisiones de los predios que inicialmente fueron ocupados por 304 familias, las que a como pudieron comenzaron a levantar sus jacalitos para después con mucho sacrificio se dieron a la tarea de construir cuartitos de block o lo que fuera pero el caso era sentir que era suyo.

Pero no todo fue fácil, la lucha duró aproximadamente cuatro años en los cuales las mujeres tenían que viajar continuamente a la ciudad de Saltillo a hacer trámites, la mayoría de las veces sin dinero para comer, mucho menos para pagar hospedaje por lo que se quedaban a dormir en la terminal de los camiones para levantarse muy temprano y caminar hasta las oficinas para continuar con los trámites, porque la intención era hacer las cosas de manera legal.

Estábamos muy pobres apenas pagábamos la renta y cuando lo hacíamos no había para comer, aún así estábamos conscientes de que teníamos que pagar por las tierras que íbamos a ocupar y eso se lo dejamos claro a los interesados en meterse.

Sabíamos que corríamos el riesgo de que nos metieran a la cárcel, por eso la asesoría jurídica fue muy importante y que con el amparo en las manos logramos meternos y nadie nos pudo sacar.

Fue una acción derivada de la impotencia de ver una extensión de tierra tan grande abandonada, sucia y sin producir que bien podía beneficiar a cientos de familias, como así sucedió.

Si bien es cierto que después descubrieron que las tierras no tenían dueño, sí había un derecho de posesión porque esporádicamente las sembraban algunas personas, pero por lo general estaban abandonadas y fue eso lo que llevó a las madres de familia a invadirlas, siendo 304 las que participaron en el primer reparto.

Destaca la participación de las mujeres en acciones como estas siendo en este movimiento de invasión de terrenos que data de 1973 donde no se vieron hombres haciendo trámites, estos actuaron después cuando ya se habían hecho las delimitaciones de los predios.

Narra que el día que decidieron meterse a las tierras cayó una nevada espantosa que les cubría los pies pero que ni eso las detuvo, ya lo habían acordado y no darían marcha atrás.

La división de tierras la hizo un ingeniero en el entendido de que todos teníamos que pagar al Gobierno, quien a su vez entregó el dinero a quienes se ostentaban como posesionarios.

Una vez que tuvieron los terrenos las madres de familia enfrentaron el problema de gestionar para allegar los servicios de agua potable y la luz, para eso fueron muchas las vueltas que dieron a la ciudad de Saltillo siempre padeciendo carencias pero viendo a futuro el bienestar de sus familias.

Fueron cuatro años de lucha hasta que lograron tener la luz y después el agua, después la línea telefónica, todo esto se hizo con el apoyo de los mismos vecinos quienes cooperaban para pagar los viáticos y las comidas.

Fueron tiempos difíciles dice la madre de seis hijos, Reynaldo de la Cruz Castellanos, Miguel Ángel, Eustacio, Mario Alberto, José Juan y Rolando Javier a quienes de pequeños los dejaba encargados con su hermana Lola también incluida en la lucha por la posesión de tierras, quien también tenía seis hijos por lo que se le juntaban doce pequeños a los que había que darles de comer.

Al hacer memoria dijo que como en todos los casos de posesión, que hubo quienes se aprovecharon de la situación para hacerse de predios, pero con ellos la situación fue distinta al quedar desde un principio asentado que los predios eran para quienes en verdad los necesitaba, que los iban a pagar por lo tanto no hubo favoritismo.

  • Funda Doña Petra la Colonia más grande

  • Funda Doña Petra la Colonia más grande

  • Funda Doña Petra la Colonia más grande

  • Funda Doña Petra la Colonia más grande

  • Funda Doña Petra la Colonia más grande

  • Funda Doña Petra la Colonia más grande
  • Funda Doña Petra la Colonia más grande
  • Funda Doña Petra la Colonia más grande
  • Funda Doña Petra la Colonia más grande
  • Funda Doña Petra la Colonia más grande
Artículos Relacionados