La noche de este sábado se veló el cuerpo del pequeño Emiliano quien luchó durante varios días por mantenerse con vida, aunque los médicos hicieron todo por salvarlo, Dios decidió llevárselo, en él ya no existe dolor, pero dejó un dolor aún más grande para sus padres, su hermana, sus amiguitos y conocidos que le dieron el último adiós.
Emiliano es el niño de 10 años que fue atropellado en Nochebuena, un hombre que conducía en estado de ebriedad lo atropelló originando en el pequeño lesiones de consideración que lo llevaron a estar hospitalizado desde el día del accidente.
Lamentablemente el niño falleció tras su traslado a la clínica 25 del IMSS en Monterrey Nuevo León, su estado de salud siempre fue muy delicado y aunque era arriesgado trasladarlo, también era muy necesario para que pudiera mejorar, a su regreso, entrando al municipio de Castaños el niño quedó sin signos vitales.
Fue en la funeraria Martínez ubicada sobre el bulevar San José al oriente de la ciudad donde se realizó el velorio al que llegaron muchos niños con arreglos florales, estaban acompañados de sus padres y estaban ahí para despedir a su amiguito.
Y es que Emiliano a su corta edad era un niño muy querido, simpático, juguetón y alegre, un excelente amigo.
Ahí estuvieron sus padres, Daniel López y Aracely García, además de sus hermanos, que lloraban la partida del pequeño al que lamentablemente le arrebataron la vida.
Se autorizó el ingreso de medios de comunicación y fue debido a que los padres lo consideraron apropiado luego de que la historia de Emiliano tocara los corazones de cientos de ciudadanos que pusieron su granito de arena para poder recaudar el dinero y pagar la cuenta en el hospital particular Saint Marie donde se generó una cuenta de más de 500 mil pesos que aún no ha sido liquidada.
Es una lamentable tragedia que causó la indignación, el enojo y consternación de la comunidad, el pequeño tenía todo una vida por delante, disfrutaba de jugar beisbol, era cariñoso con la gente que amaba y que nunca imaginaron este destino para él.
Los familiares del pequeño manifestaron, con justa razón, estar indispuestos para brindar alguna declaración sobre su sepelio, pero sí quisieron agradecer infinitamente a la gente que les brindó, no solo apoyo económico, sino también moral y que también se unieron en oración para que la salud de Emiliano pudiera mejorar.
Sin duda su partida deja un gran dolor, un sufrimiento irremediable, no hay consuelo para esto, aun así la comunidad de Monclova desea que Dios brinde una pronta recuperación a la familia y los seres queridos de Emiliano quien ya descansa en paz.
