“Sentí coraje, me les quería ir encima, pero no se puede, yo no soy como ellos”, señaló Erika Margarita Castilleja Ramos madre de “Chelita” esto luego de que se llevara a cabo la audiencia en la que dos presuntos responsables de la muerte de la menor comparecieran ante el juez por el delito de feminicidio, se pidió duplicidad de terminó y la audiencia se reanuda el próximo viernes.
Erika Margarita Castilleja Ramos, madre de “Chelita”.
Puntalmente llegó la madre de “Chelita” al Centro de Justicia Penal en el muncipio de Frontera, antes de ingresar a la sala, aceptó hablar sobre lo que sintió cuando le avisaron que había dos personas detenidas por el asesinato de su única hija.
“Quería verles la cara”, señaló la madre, no sabía cuál iba a ser su reacción al verlos pero estaba consciente de que pase lo que pase, nadie le regresará a su hija.
“Ahorita fue mi hija, al rato ¿quién sigue?”, al menos yo recuperé restos de mi hija, quien sabe ellos como vayan a parar”, comentó para después ingresar a la audiencia en la que se revisó el expediente 60/2020.
Lo primero que vio al ingresar fue a los dos hombres de entre 20 y 25 años de edad, Salvador N y Abisaí N, quienes estaban sentados en el banquillo de imputados junto al abogado defensor de cada uno.
Del otro lado, se sentó la madre de “Chelita” junto a gente del Misterio Público, de la Pronnif y de la Fiscalía Especializada de Personas Desaparecidas y al frente el Juez Penal Homero Salinas quien señaló que al tratarse de un caso de una menor de edad la audiencia sería privada.
Poco se sabe de lo que pasó dentro de esa sala, pero trascendió que posiblemente haya más implicados en el crimen, además se habló de una amiga y una vecina de Chelita, quienes señalan a los imputados.
Los abogados defensores de los dos hombres señalados como posibles responsables, pidieron la duplicidad de término y será hasta el próximo viernes cuando vuelva a comparecer ante el juez entre 1:00 y 2:00 de la tarde.
Al finalizar, la madre de la menor mencionó que nunca los había visto, que no sabía si vivían cerca de su casa, aunque con dolor y coraje, se sentía más tranquila.
“Van a pagar, no los conocía, no se sí sean cercanos a mi casa, pido justicia para mi niña, yo sé qué no me la regresan, pero tienen que pagar, autoridades están haciendo bien su trabajo, estoy un poquito más tranquila con el coraje que me retuerce las tripas y todo, pero más tranquila”, comentó.
Dijo que a raíz de lo ocurrido la vida le cambió drásticamente, intenta ser fuerte por sus padres que están enfermos, su madre es dializada, su padre está en silla de ruedas, por lo que no queda más que seguir adelante. “A veces quiero irme a un lugar y gritar”, señaló Erika Margarita Castilleja.
LOS RECUERDOS ES LO ÚNICO QUE LE QUEDA DE SU HIJA
Recordó como era su hija, dijo que no le gustaba mucho la escuela, quería irse a trabajar de empacadora para ayudarle en los gastos de la casa, a veces se veían rachas económicas difíciles y la menor pedía a su madre que vendiera sus arracadas o el anillo de graduación de la escuela que su padrino le regaló, pero su madre nunca aceptó.
Ella era alegre, como cualquier adolescente se enojaba pero a los 5 o 10 minutos ya andaba bailando reggaetón, así lo dice su madre, lo recuerda y se alegra como si volviera a vivir el momento en que su hija bailaba una canción.
Esos recuerdos es lo único que le queda de su hija, los momentos felices que ambas vivieron, aunque dijo que ella, siendo su madre, se lamentará no haber estado ahí para impedir que pasara lo que pasó, aquella noche en la que Elda desapareció.