Aumentó a 15 y 16 casos semanales que Seguridad Pública debe vigilar por órdenes de restricción del Centro de Justicia y Empoderamiento para la Mujer, ante la violencia que ejercen hombres hacia las mujeres, a comparación de seis a siete casos que les enviaban.
Para este seguimiento del apremio a agresores, se hace con la “Policía Rosa”, un equipo de seguridad de acompañamiento.
Desconoce el director de la Policía Preventiva Municipal, Gerardo Arellano Acosta, el motivo por el que aumentaron las denuncias por violencia contra las mujeres, pero de abril a mayo, se ha incrementado a más del doble las órdenes de restricción que envía el Centro de Justicia y Empoderamiento para la Mujer.
Con la “Policía Rosa”, compuesta por seis elementos, tres mujeres y tres hombres, entre ellas una psicóloga y enfermera, no solo ejecutan las órdenes de restricción que emite el Centro sino también es un acompañamiento a la víctima.
“Esto nos permite dar mayor seguridad a la víctima de la violencia, a fin de que no solamente el autor de esa amenaza acuda de nueva cuenta a estar creando esa amenaza precisamente a la mujer, sino además le damos el servicio de acompañamiento psicológico a las mujeres víctimas de esta violencia”, comentó. Con el trabajo de esta Policía, que es tipo en el estado, ya que ningún municipio la tiene, han logrado disuadir la presencia de las personas agresoras y dado el cumplimiento a las ejecuciones del Centro de Justicia y Empoderamiento, destacó.
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Antes, la vigilancia de las órdenes de restricción del Centro, lo hacían elementos policiacos como cualquier otra vigilancia, pero con la “Policía Rosa” se da la empatía de género para apoyarlas.
“Van y tocan para ver el estado que se encuentra la persona, vigilan el perímetro e identifican al sujeto que no se acerque al lugar, pero no solamente lo hacen para evitar que se acerque, sino que van y tocan, se relacionan con la víctima, tienen un contacto con ella, y ya se hace el acompañamiento, ese tratamiento profesional”, indicó.
Para atender el número de restricciones que están llegando, los agentes priorizan sobre los casos donde hay mayor riesgo para la víctima como hechos traumáticos de golpes, sin descuidar los de amenazas. Una vez que se judicializa el procedimiento, ya deja de actuar la “Policía Rosa”, porque al agresor se le dictan medidas cautelares, otro motivo es cuando la víctima cambia de domicilio territorial, o bien, ha cesado el acoso o la amenaza.
Continuamente son nuevos casos, a diario el Centro de Empoderamiento entrega a los elementos de la “Policía Rosa” casos nuevos o que dejan de tener efecto.
