Contactanos

Coahuila

El riesgo de un piercing

Por Gerardo Martínez - 11 junio, 2018 - 04:40 a.m.

Debido a la influencia que existe en los jóvenes, tanto de la música como televisión, desde temprana edad surge el deseo de tatuarse o ponerse un piercing, sin tomar en consideración el riesgo que esto les puede traer a la salud.

En la actualidad jóvenes desde los 14 o 15 años de edad ya se realizaron alguna perforación por seguir una moda, tendencia, o simplemente el interés por pertenecer a un grupo social, y hay quienes aún no terminan la preparatoria cuando ya se hicieron su primer tatuaje, como parte de una nueva cultura.

Fernanda tuvo un serio problema después de que se puso un piercing.

La mentalidad de los jóvenes ha cambiado, en la que consideran que el tatuarse no implica que sean mejores o peores personas y que esto no debe ser una condicionante para conseguir un trabajo.

Sin embargo no toman en cuenta los riesgos que esto implica para su salud y que el hacerlo en un lugar que no cuenta con las medidas higiénicas podría ocasionarles un problema a futuro.

Fernanda Fernández es una joven de 18 años, que tras realizarse una perforación en el oído le desencadenó un problema de cicatrización que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente para controlarlo.

La joven nos contó su experiencia con la finalidad de que los muchachos que desean hacerse alguna perforación o tatuaje, tomen en cuenta los riesgos que esto les puede traer a su salud y si ya lo decidieron que decidan hacerlo con profesionales.

Señaló que a los 15 años decidió hacerse un piercing en la oreja izquierda con permiso de su madre y acudió a un lugar que reunía las medidas higiénicas.

Debido a la actividad deportiva que realiza recibió un golpe en el lugar de la perforación y a finales del 2016 empezaron a aparecer unas “bolitas” como cartílago, en la parte posterior de la oreja, a las que no les dio importancia.

Poco a poco comenzaron a presentarse dolores tipo punzadas y poco a poco crecieron estas bolitas, que era parte de un proceso de cicatrización, llamado “queloide”, en donde el mismo cuerpo iba generando una masa.

La cicatrización alcanzó un tamaño casi de media pulgada, con pronóstico de seguir creciendo conforme pasara el tiempo, por lo que desde el 2017 acudió con el médico y se le programó para cirugía.

Fernanda comentó que este problema no le afectó el sentido de la audición, pero si le causó una serie de problemas de autoestima, ya que durante los más 2 años que tuvo este problema cambio su estilo de vida, porque no le gustaba que vieran su problema o le preguntarán.

Hace 15 días médicos del IMSS retiraron el queloide en su oído, pero existe la posibilidad de que crezca otra vez, sin embargo ahora se muestra más tranquila y ante esta experiencia decidió alertar a los jóvenes para que piensen las consecuencias que podrían tener antes de tomar esta decisión.

Artículos Relacionados