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Coahuila

Escudo de Salvación, negocio millonario

El anexo en el que se violaban derechos humanos de los internos, cobraba en promedio 52 mil pesos durante el proceso de rehabilitación

Por Roberto Ulíbarri - 13 julio, 2022 - 10:12 a.m.
Escudo de Salvación, negocio millonarioAnexo Escudo de Salvación

De acuerdo a una investigación periodística la administración del Centro de Rehabilitación, “Escudo de Salvación” recibiría en promedio por mes unos 960 mil pesos como pago para mantener recluidos a los 160 internos que se encontraban en el anexo ubicado en la colonia Occidental de Ciudad Frontera.

Como se ha informado, el pasado 8 de julio, el interno Jesús Alfredo Salayandia, fue presuntamente asesinado a golpes a manos de por lo menos seis sujetos los cuales ya fueron vinculados y detenidos por las autoridades judiciales.

De acuerdo a la investigación periodística publicada por la Vanguardia, cuando ingresaban los internos al centro de rehabilitación, sus familiares deberían de pagar 4 mil 500 pesos por concepto de inscripción y mil 500 pesos por semana, para solventar el tratamiento, hospedaje y alimentación.

Es decir, el costo de rehabilitación de los hombres adictos a las drogas o alcohol era de 52 mil pesos aproximadamente durante los 8 meses que duraba el tratamiento y en los que permanecían ingresados.  

De acuerdo a la investigación de Vanguardia, al mes cada familia entregaba 6 mil pesos, los cuales, multiplicados por los 160 internos, arroja una cantidad de 960 mil pesos mensuales.

VIVIAN INTERNOS UN INFIERNO

Una vez que ingresaban al anexo Escudo de Salvación, no se les permitía tener contacto con sus familiares durante los primeros tres meses, mientras pasaban por el proceso de desintoxicaban.

Se detalla que algunos de adictos, al extrañar las drogas o el alcohol se tornaban agresivos, por lo que eran castigados y sometidos a actos que violaban sus derechos humanos como son golpes o mantenerlos de pie por días.

Con el objetivo de que los internos no informaran a sus familiares el infierno en el que vivían durante las visitas semanales de sus familiares, siempre uno de los “padrinos” se sentaba a acompañar al anexado.

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