Mi mamá estudió en la Preparatoria Felipe Carrillo Puerto. Era una preparatoria sólo para mujeres y tenía turno matutino y nocturno. Por eso cuando escuché el nombre de Elvia Carrillo Puerto enseguida encontré parentesco entre ella y Felipe. Además de esa relación mi memoria no lograba encontrar el nombre de Elvia y su aporte de ningún tipo en nuestro país.
De ahí la importancia de este tipo de reuniones. Es fácil darse cuenta y comprender que hay razones que no conocemos (o quizás algunas) por las que la historia no nos ha contado sobre la vida de personas importantes para el avance de nuestro país. Una de ellas es Elvia Carrillo Puerto.
La maestra en Derecho Wendoly Villarreal Villarreal presentó en el Museo Coahuila y Texas, una conferencia sobre la vida de Elvia Carrillo Puerto, y con esto todo su legado. La Lic. en Derecho Wendoly ha dado conferencias sobre temas como la “Igualdad de oportunidades”, “La mujer y su derecho de elegir”, “La mujer en la constitución de 1917”, “La mujer transformadora de su entorno”, “Competencias docentes”, entre otras. Se enfoca en gran manera en el tema de la mujer.
Difusión de la labor de las mujeres
La maestra en Derecho Wendoly Villarreal Villarreal presentó el día sábado en el Museo Coahuila y Texas, una conferencia sobre la vida de Elvia Carrillo Puerto, y con esto todo su legado.
La Maestra en Derecho Wendoly Villarreal Villarreal, habla sobre las razones de destacar la importancia de las mujeres que han hecho historia en nuestro país.
“Escuchas el nombre pero no tienes una idea de lo que ella aportó para la historia y la verdad es que yo he estado dando varias conferencias para difundir la labor de las mujeres. Elvia Carrillo Puerto fue de las primeras tres mujeres en ser elegida legisladora en México cuando la mujer todavía no podía votar en México. Entonces ella abre el camino para que en México se dé y se apruebe el voto para la mujer. Es una gran aportación. En la conferencia hacemos un estudio que expone que ella no sólo luchó por esa causa, hizo más cosas, pero ese es el más importante.
Eso es lo que estoy trabajando, mujeres en la historia para que podamos conocer más de lo que las mujeres hemos hecho en México. Y sentirnos identificadas. Esto es muy sencillo, elegí a Elvia porque ahorita acabamos de pasar la época de elecciones y hubo mucha efervescencia; el abstencionismo es grande y las mujeres somos el 51% del electorado, es decir somos las que más deberíamos de votar, sin embargo, al llegar el día de la elección las mujeres no votan.
Elvia Carrillo luchó por un derecho que no está siendo valorado, un privilegio que en algún momento no tuvimos. Hay que estar conscientes que si ya podemos hacerlo vayamos a votar.
Este estudio es en general sobre las minorías pero enfocado en difundir el papel de la mujer, porque una minoría, que era Elvia Carrillo Puerto, en un punto importante de la historia de México, hizo algo y ese algo cambió por completo las cosas en nuestro país.
Los problemas de hace mil años siguen ocurriendo ahorita, así que debemos cambiar nuestra manera de pensar y seguir adelante. Hay que cambiar estereotipos.
Elvia Carrillo Puerto
El colegio de Historiadores agradeció la presencia de la Lic. Wendoly Villarreal y le otorgó un reconocimiento por su valiente labor.
Fue una lideresa, feminista política, sufragista mexicana. Luchadora social, con su activismo se ganó el mote de Monja Roja del Mayab, que hace referencia a lo siguiente: monja, por ser humilde y no querer sobresalir de más, Roja por socialista, y Mayab que es el nombre en maya de Yucatán.
Fue miembro del partido socialista del sureste y hermana menos del caudillo Yucateco, Felipe Carrillo Puerto, quien fue gobernador de Yucatán de 1922-1924.
Si existe alguna explicación de su incansable lucha por la igualdad de derechos, es quizá que cuando era niña ayudaba en la tienda de raya que tenía su papá. Esto le permitía tener contacto directo con los indígenas, incluso hablaba maya. Conocía las carencias del pueblo. Empezó a luchar por todos esos derechos, no nada más por el derecho al voto. Empezó a luchar para que las mujeres tuvieran la libertad de elegir si querían tener hijo o no, a que pudieran ser tomadas en cuenta por tener sus tierras. Ella ayudaba a que los grupos minoritarios indígenas, tuvieran acceso a las garantías fundamentales y a ser escuchados.
Fue electa diputada para el congreso de Yucatán en 1923, en una época donde las mujeres no tenían derecho al voto. Por ello luchó incansablemente hasta 1953 convirtiéndose en una de las tres primeras mujeres elegidas para formar parte de un cuerpo legislativo en México.
En aquel entonces la mujer no podía emanciparse siendo soltera sino hasta los 31 años.
El hecho de que sea hermana de Felipe Carrillo Puerto no resta importancia a su labor, ya que fue elegida por hombres y puso su nombre en la boleta siendo mujer. Pudo ser votada y ella no pudo votar por sí misma. Eso es de admirarse.
A los 13 años se casa con Vicente Pérez Mendiburo. En aquel entonces la mujer no podía emanciparse siendo soltera sino hasta los 31 años. Al casarse con Vicente, Elvira ahora dependía de él, no estaba emancipada. Sin embargo, 10 años después y con un hijo, su esposo muere y ella alcanza por eso la emancipación a la edad de 23 años.
Para que Elvia pudiera luchar por el voto primero hubo un gobernador en Yucatán, Gral. Salvador Alvarado que en 1916 lanza una convocatoria donde se invita a considerar a la mujer como un ser educado e independiente ya que se reconoce como el centro de la familia. Ese gobernador buscó que la mujer pudiera sentirse feliz y plena con un trabajo que le diera independencia y que con base a eso la familia creciera viendo el ejemplo de su madre.
Esto quiere decir que a pesar de que había mucha gente en contra de que la mujer pudiera votar o tener derechos, Elvia tuvo algunos ejemplos de personas como este General que tenía la visión de la mujer como el pilar de la futura sociedad.
El cargo de diputada del Congreso de Yucatán lo desempeña sólo por dos años, ya que comenzó a recibir amenazas de muerte. Tuvo que esconderse con sus amistades de Yucatán, después tuvo que huír del Estado, emigrando a la Ciudad de México, y es ahí donde formaliza su deseo de que el voto sea un derecho para la mujer. Su hazaña le costó vivir escondida y perder a dos hermanos.
Por su trabajo debe ser recordada y admirada por todas las mujeres y hombres, ya que su vida es un claro ejemplo de la responsabilidad que tiene cualquier ciudadano: predicar con el ejemplo y ser inspiración para las nuevas generaciones.