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Coahuila

Las otras víctimas de la pandemia

Por Mónica Meza - 02 abril, 2020 - 11:58 p.m.
Las otras víctimas de la pandemia

La contingencia ha dejado a muchos sin el alimento de cada día, por no poder salir a la calle a vender sus productos, esto es lo que sucede en una familia que habita en el sector oriente de Monclova, un matrimonio se encuentra prácticamente viviendo en la calle, con tres hijos pequeños, dos de ellos con capacidades diferentes.

Sandra Yudith dijo sentirse desesperada pues su esposo Juan Antonio Ayala Cortés quien vendía pan por las calles ya no puede salir a trabajar y si lo hace no vende su producto, mientras que su hija constantemente convulsiona y no encuentra el medicamento que necesita para su bienestar.

INTERESADOS EN APOYAR LA CAUSA
Avenida San José ·106 colonia Miguel Hidalgo.

La mayor de sus hijas se llama Sandra Michell, tiene 9 años de edad, no camina, no habla y constantemente convulsiona, esto debido a que cuando nació se le cayó de las manos al personal del hospital, esto le dejó secuelas muy graves.

El segundo de sus hijos se llama Raymundo quien es sordo mudo, pero además es muy hiperactivo y debido a esto no lo aceptan en el jardín de niños pues fue discriminado por su maestra quien mencionó que él necesitaba atención especial debido a que es inquieto y corre peligro.

La más pequeña es Paula Monserrat ella se encuentra bien de salud, pero está consiente de todas las necesidades que se presentan en su familia, del hambre, del frio o calor.

El padre de familia hace de todo por salir adelante, sabe soldar y tiene disponibilidad para trabajar pero no encuentra trabajo, desde diciembre empezó su inestabilidad le habían ofrecido empleo formal pero se estuvo atrasando y finalmente le dijeron que debido a la contingencia no sería posible su contratación.

Por lo que no quedó otra opción más que ayudarle a su hermano a vender pan por las diferentes calles, pero debido a la contingencia a la situación económica en la ciudad la gente se ha limitado a comprar este producto.

Actualmente la familia vive en un taller mecánico, ubicado en la Avenida San José de la colonia Miguel Hidalgo, en la parte de atrás hay unas tapias con una lámina de techo, pero adentro no hay nada, ni cama ni siquiera una cobijas, duermen en la tierra y ya les dijeron que no pueden estar ahí por mucho tiempo, pues el duelo del taller teme a que los niños tengan algún accidente mientras anda laborando.

“A veces batallo porque no tengo donde bañarlos, ahí en el taller hay una llave donde baño a mis hijos, pero es muy difícil”, señaló la madre de familia.

-María del Rosario González Vásquez y Juan Manuel Rodríguez son sus vecinos, más que solo vecinos, son como unos padres para ella pues de un tiempo a la fecha los han estado apoyando mucho, les dan un taquito, les dieron cobijas pero la situación para ellos ya no es la adecuada, pues los dos vendían productos en las pulgas y debido a la contingencia sanitaria ya no han podido vender, por lo que a veces no les alcanza ni para ellos mismos.

“Nosotros les ayudamos porque nos daba mucha cosa ver a los niños ahí en la tierra, porque ni cobija tenían, les damos el taquito pero siendo sincera ya se nos agotó todo porque no podemos trabajar”, comentó Juan Manuel Rodríguez.

Hay una pequeña vivienda, están dispuestos a adecuarla pero no tiene luz, se encuentra en la calle Reforma, la vivienda es de una hermana de María del Rosario que radica en Estados Unidos y autorizó que la familia se metiera a la vivienda por tiempo indefinido pues todavía no vendrá a México.

“La comida es lo más necesario para darles a mis hijos y pañales para mi hija, talla grande y de la marca que sea, no estoy para decir de marcas es con lo que me puedan ayudar”, comentó.

Su hijo necesita un estudio médico, se lo realizarán por medio del seguro social y después de esto necesitará un aparato auditivo, aunque los tres son sus hijos, le presta mayor atención a su hija mayor porque convulsiona muy seguido.

La noche del pasado miércoles convulsionó y se la llevaron a la clínica, le dijeron que la llevara al día siguiente con el pediatra, requiere de medicamento que no tienen en el hospital.

El papá tenía una pensión parcial pero se la liquidaron, la política del seguro es que con el 25% no le pueden otorgar la pensión pero si tienen seguridad social.

Años atrás María del Rosario y Juan Manuel eran gestores sociales, todos los que necesitan ayuda acuden a ellos, pero hoy la contingencia no les permite trabajar y por ende tampoco les permite ayudar a los que no tienen nada.

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