Óscar Rodríguez, rompió los vidrios de las instalaciones del PAN y Morena porque le habían asegurado un "hueso" (cargo o beneficio político) y no le cumplieron, así lo manifestó a la policía municipal que llevó a cabo su detención y disposición al Ministerio Público.
Visiblemente ebrio y enfurecido, cometió estos actos de vandalismo en ambos institutos políticos, lo que inicialmente hizo pensar que el sujeto podría estar padeciendo de alteraciones mentales. Sin embargo, las autoridades confirmaron que su comportamiento solo era el reflejo de un hombre enfurecido y bajo los efectos del alcohol.
En las instalaciones de Morena, donde un grupo de militantes se encontraba reunido, Rodríguez aprovechó la oportunidad para gritar su nombre, "¡Me llamo Óscar Rodríguez!", con el propósito de que su identidad fuera conocida.
De acuerdo con fuentes oficiales, durante su detención, el hombre no dudó en tomar un trago de mezcal antes de ser trasladado, insistiendo en que su agresión era una respuesta a la decepción de no haber recibido lo prometido por los partidos políticos.
Los actos de vandalismo comenzaron cuando Rodríguez, armado con una cruceta, rompió los cristales de ambas sedes, para luego huir en un vehículo. Sin embargo, la captura del agresor fue posible gracias a las cámaras de seguridad instaladas en los alrededores de los edificios, las cuales permitieron identificarlo rápidamente.
Para el viernes, fue detenido y puesto a disposición de la Fiscalía del Estado, donde se le investiga por los daños causados.