En memoria de los caídos: Una cruz por cada vida perdida en la lucha de AHMSA.
En un acto conmovedor, los obreros de Altos Hornos de México (AHMSA) rindieron homenaje a sus compañeros caídos, quienes han perdido la vida en medio del proceso de quiebra de la empresa. Representados simbólicamente por una cruz, alrededor de 50 trabajadores han fallecido, y su ausencia pesa en el corazón de quienes continúan la lucha por justicia laboral y social.
Anselmo Martínez Cano, uno de los participantes en esta marcha, se mostró profundamente conmovido al recordar a sus compañeros que compartieron con él años de esfuerzo y sacrificio. La tristeza y la depresión han invadido a muchos de ellos al enfrentarse a la dura realidad de no tener recursos para cubrir necesidades básicas.
"El estar pensando constantemente en cómo resolver problemas financieros nos hundió en una depresión profunda", confesó Anselmo, quien ha sido testigo del sufrimiento que ha causado esta situación.
Durante la marcha, el recuerdo de aquellos que ya no están fue palpable. Los participantes no podían dejar pasar por alto el dolor que representa la pérdida de sus compañeros; así que, al llegar a la presidencia municipal, se ofreció un emotivo minuto de silencio en honor a todos ellos.
Las cruces, que llevan aproximadamente cuatro meses en el punto 9 de AHMSA 2 y que ayer fueron utilizadas en la marcha, son un testimonio tangible del dolor y la lucha de muchas familias que han tenido que enfrentar el desamparo tras la muerte de sus seres queridos. Muchas familias llevaron cruces dedicadas a padres y maridos que fueron el pilar económico y emocional del hogar.
Anselmo recordó con tristeza a su compañero Arreguín, quien fue el primero en caer. "Él era muy apreciado; compartimos 35 años dentro de AHMSA", relató con voz entrecortada. También evocó a Horacio Padilla, un obrero valiente y luchador que se convirtió en un ejemplo a seguir. "Su fallecimiento fue un golpe duro para todos nosotros", añadió.
La realidad es que muchos obreros no estaban al 100% en cuestión de salud. AHMSA, como empresa de alto riesgo, no enviaba regularmente a sus trabajadores a realizar exámenes médicos adecuados; los diagnósticos positivos que recibían en el hospital de la empresa contrastaban con los resultados obtenidos por médicos particulares. Esta falta de atención médica contribuyó a un deterioro silencioso pero devastador.
"Cuando un obrero fallece, se pierde el motor de la familia", reflexionó Anselmo. Muchos no disfrutaron del dinero que ganaron porque su tiempo se consumió en trabajar arduamente para brindar lo mejor a sus seres queridos. Las familias quedaron prácticamente desamparadas ante la ausencia repentina y dolorosa. Por ellos y por todos los trabajadores de Altos Hornos de México, esta lucha continúa.