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Coahuila

Los 300 ‘hijos’ de Pancho Villa

Fue un combatiente feroz, pero sus acciones denotaban a un generoso estadista, un hombre con gran sentido humano.

Yolo Camotes
Por Yolo Camotes - 26 julio, 2021 - 08:36 p.m.
Los 300 ‘hijos’ de Pancho Villa

Al general ‘Pancho’ Villa lo rodea una fama de bandolero, cruel y despiadado, pero también la de un hombre generoso, estadista y filósofo social.

De lo que casi nadie habla es de desplantes que revelaban su gran corazón y pocos saben que Pancho Villa, llegó a tener más de 300 ‘hijos’ con lo que fácilmente pudo constituir un ejército.

Hoy les quero relatar lo ocurrido un día de diciembre de 1914, cuando el “Centauro del Norte” viajó al Distrito Federal para entrevistarse con Emiliano Zapata.

En su camino, recorrió las calles más céntricas de la capital mexicana acompañado de quien entonces era Coronel y años más tarde sería el General Juan N. Medina, mejor conocido como “el coronel botitas”, debido a que siempre usaba botas de cinta.

Este mismo Coronel sería Presidente Municipal de Ciudad Juárez allá por 1915 y pavimentaría las principales calles de esta frontera, como la de Juárez y Lerdo y la calle del comercio en aquella localidad.

Pero volviendo a nuestra historia, durante ese recorrido por la avenida San Juan de Letrán, hoy avenida Lázaro Cárdenas y la cual fue la principal ruta de la antigua Tenochtitlan, el General Villa se quedó sorprendido al ver a centenares de niños vagando libremente, muchos de ellos durmiendo en las banquetas, tapados con periódicos o con anuncios despegados de las paredes y los cuales estaban llenos de engrudo seco.

Algunos de estos niños se abrazaban de sus perros para sentir más calor, el Centauro del Norte pudo escuchar que muchos de estos niños lloraban por no poder conciliar el sueño a causa del frío y el hambre.

Al verlos en esas condiciones tan deplorables, el General Villa se conmovió tanto que comenzó a llorar recordando su propia infancia que estuvo llena de carencias e injusticias.

Veía con tristeza que el futuro de México en esos niños, estaba solo y marginado, mientras la sociedad en general, pasaba junto a ellos con una total indiferencia.

Una vez que le pasó la tristeza y la melancolía al General Villa, le preguntó a su acompañante: “Coronel Medina por qué están esos niños tirados en las calles y durmiendo la intemperie”.

“-Es que son huérfanos, contestó Medina. No tienen casa, de día venden periódico, asean calzado o piden limosna y en la noche duermen en donde pueden”.

Antes de regresar a Chihuahua, el General Villa dio la siguiente orden: “Cuenten a todos los niños huérfanos que puedan, me los voy a llevar a Chihuahua. No es posible que esos pequeños estén aquí a la deriva de nadie, porque yo amo a los niños y odio a los tiranos. Esos chiquillos los voy a adoptar, van a ser mis hijos”.

Cuando llegó a su casa en la quinta la luz ubicada en la calle décima, hoy Museo de Villa en la capital de Chihuahua, le dijo a su esposa: “Güera, ¿qué crees? que ya eres madre”.

Su esposa solo se quedó con la cara sorprendida, pero antes de que dijera algo continuó: “Ahora que regresé de México me traje 300 niños huérfanos que no tienen papá, ni mamá, usted va a ser su mamá y yo su papá. Ahorita mismo se me va usted a la fábrica de ropa La Paz, me les compra ropa de trabajo, ropa interior, sábanas almohadas, calcetines y zapatos, ya los instalé en la escuela de artes y oficios donde estudiarán todo lo necesario para que mañana sean hombres útiles a la sociedad”.

Efectivamente así fue, el Centauro del Norte de su propia bolsa, les puso maestros de mecánica, talabartería, hojalatería, electricidad, música y carpintería.

Pedro Rodríguez fue comisionado para hacerse cargo y responsable del traslado de estos huérfanos desde el Distrito Federal a Chihuahua.

Ya estando anciano, Pedro recordaba: “El General Villa me ordenó organizar las brigadas de huérfanos, por lo pronto los instalé en el cuartel de zampadores en aquella capital, antes de traerlos en los trenes militares en los que nos regresamos a nuestra ciudad, al pasar por el Puente del Río Conchos, hubo demora mecánica por espacio de una hora, pues se descompuso una locomotora, momento que los muchachos aprovecharon para bañarse y jugar en el agua del río, al oír el silbato de la máquina, todos corrieron para abordar los carros del tren, unos vestidos y otros encuerados, pues ya se les figurada que se quedaban abandonados en tierras extrañas, pasé lista y no me faltó ninguno”.

Ahí estudiaron y vivieron los 300 hijos de Villa por dos años, después tuvieron que forzosamente abandonar la Escuela de Artes y Oficios el 27 de marzo de 1917, debido a que la plaza había sido tomada por el General Francisco Murguía.

Sin embargo, 12 de ellos permanecieron en el plantel, pues por ningún motivo deseaban abandonar sus estudios relacionados con el oficio que estaban aprendiendo para ganarse la vida honradamente.

Por cierto, de los 300 niños que Villa llevó consigo, tan solo desertarían 25 de ellos, los demás crecieron y se convirtieron en hombres de bien gracias a su padre adoptivo el General “Pancho” Villa.

¿Qué es ser huérfano?, un niño o niña cuyos padres están ausentes, han fallecido o los abandonaron.

Se estima que en el mundo hay 153 millones de niños que se encuentran en esta situación de acuerdo con cifras del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia Unicef.

En México hay 1.6 millones de menores en situación de orfandad, los cuales aproximadamente 29 mil niños, niñas y adolescentes viven en casi 700 orfanatos o albergues.

Además existen cerca de 5 millones de niños que están en riesgo de perder el cuidado de sus familias por factores como violencia intrafamiliar, género, desnutrición, pobreza explotación sexual comercial,  narcotráfico, consumo de drogas, migraciones, entre otros exponen a estos niños y sus familias a una situación de mayor vulnerabilidad.

Ningún niño debe experimentar violencia física o psicológica, a pesar de que se han aprobado leyes como la Ley General de Niños y Niñas y Adolescentes para defender y proteger los derechos del menor, si no hay instituciones fuertes, ni personal suficiente y adecuado, estas leyes se convierten en tan solo buenas intenciones, para muestra las cifras no mienten.

El 63 por ciento de niñas niños y adolescentes de 1 a 14 años de edad, han experimentado al menos una forma de castigo psicológico o físico por miembros en su hogar, esto es, 6 de cada 10 niños, niñas o adolescentes, experimentó recientemente algún tipo de disciplina violenta.

En 7 de cada diez casos de esta clase de violencia, son llevadas a cabo por algún familiar o conocido de las víctimas.

Aunado a esto, uno de cada 8 niños en México menores de 5 años, padece desnutrición crónica presentándose mayoritariamente en los estados del sur y en las comunidades rurales e indígenas.

  • Los 300 ‘hijos’ de Pancho Villa

    El General Pancho Villa adoptó a 300 niños huérfanos en la Ciudad de México.

  • Los 300 ‘hijos’ de Pancho Villa

    Pancho Villa, un feroz combatiente, un hombre de gran corazón.

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    Al ver a los niños de la calle, Pancho Villa se vio reflejado así mismo.

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    Lejos de ser un tirano cruel, sus acciones denotan un gran humanismo.

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