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Coahuila

Luchando desde su trinchera

Blanca cumplió 39 años como médico, a más de un año de la pandemia no se ha contagiado.

Azucena Tenorio
Por Azucena Tenorio - 05 septiembre, 2021 - 10:38 a.m.
Luchando desde su trinchera

“Mi mayor satisfacción es cuando la paciente dice que viene conmigo porque me recomendaron y soy buena”, Blanca Estela Romero Peña no tiene miedo de acercarse a sus pacientes para revisarlos y a más de un año de la pandemia, no se ha enfermado gracias a los tres cubre bocas que usa diariamente.

Tiene 39 años al servicio médico, cumplió 32 años como médico familiar en la Clínica7 del Seguro Social de donde se jubiló hace dos años y tiene 18 años laborando en Farmacia Similares, ahora ubicada en la colonia Obrera Norte. A pesar de haberse jubilado, sus pacientes del IMSS la siguen buscando.

A un año cinco meses de la llegada de la pandemia del Covid-19 a la región centro, la doctora no se ha contagiado y esto se debe al cuidado que tiene en su día a día, solo ha salido en una ocasión y el resto la pasa atendiendo pacientes y en su hogar. 

En todo momento porta con sus tres cubre bocas KN95 y su careta, su labor es pesada y ha llegado a sofocarse, y aunque tiene clima en su consultorio, con toda la protección que usa es como si estuviera al aire libre.

A diferencia de otros médicos que le temen acercarse a los pacientes, Blanca Estela no duda en explorarlos, le toma la temperatura a las sospechosas o positivas a Covid-19, les revisa la garganta, los pulmones y utiliza el oxímetro.

“Contacto si tengo con los pacientes, la verdad yo estoy bien agradecida con Dios y creo que me tiene aquí por algo todavía porque tantos compañeros que ya se han muerto. Tengo a mi madre de 97 años y tiene 12 años en cama, yo no puedo contagiarme porque se me muere”.

Recordó que hace un año cuando la pandemia estaba en todo su apogeo, llegó atender a 40 pacientes contagiados en una semana, y aunque ahora atiende a menor cantidad, la enfermedad sigue presente y sigue cobrando vidas.

Siempre al pendiente de sus pacientes

Casi todos sus contactos tiene como apellido “Covid”, no deja que pase un día para estar al pendiente de ellos hasta que ve que el paciente sea dado de alta. Se ha tardado más de un mes en que una persona esté completamente sana y solo un paciente a su cuidado ha sucumbido al coronavirus.

Los síntomas que más han predominado es dolor de garganta, catarro y tos, la mayoría no ha presentado fiebre y refieren que tienen fatiga o cansancio, ahora solo presentan pérdida del olfato y gusto, a comparación de otras personas les fue bien.

“Tengo una paciente que tiene un año sin olor ni sabor y otros que luego de seis meses se siguen cansando, ya depende de cada persona, mientras que los que tienen síntomas como tos, dolor de pecho o espalda, les pido su radiografía de tórax para confirmar la enfermedad, incluso hubo unos que no tienen síntomas pero en la radiografía si tienen neumonía en ambos lados”.

A esto se le llama hipoxemia silenciosa y por eso es que muchos pacientes se están muriendo, después de ese caso comenzó a pedir más radiografías ya que a veces las pruebas PCR salen mal y muchas personas se confían al sentirse bien, continúan con su vida normal  e ingiriendo bebidas frías.

No fallecen en por centaje alto, son mínimos pero generalmente también es porque no se cuidan, es por eso que les doy un seguimiento, el 99 por ciento de mis pacientes tiene mi número telefónico y si no me llama, yo le marco porque no puedo dejar pasar esto porque depositan su confianza en mí. Muchos no lo hacen y la gente lo agradece mucho, pero es parte del trabajo de cada quien”.

Se niegan a ser hospitalizados

Existe el temor entre las ciudadanía de ingresarlos a un hospital, en la mayoría de los casos el paciente ha ameritado que los trasladen y no quieren, ni al Seguro Social ni al Hospital Amparo Pape ni a un hospital privado.

Relató que está atendiendo a una paciente de 71 años de edad vacunada con ambas dosis de Pfizer, quien dio positivo a la enfermedad hace un mes.

“El paciente le tiene mucho miedo al hospital, tengo el caso de una paciente que está en su casa y que gracias a Dios está bien, pero tiene un mes con oxígeno, no podía comer nada y le bajó la oxigenación hasta 45 por ciento, ahora la trae con 90 por ciento”.

Explicó que el tratamiento depende en que parte de la enfermedad estén las personas, si tiene síntomas leves es recomendable tomar abundantes líquidos, reposar y tomar paracetamol o ibuprofeno. Cuando el paciente se pone más grave como cansarse más o falta de aire, tomar dexametasona y sobre todo, mucho descanso y no salir de su casa.

Niños más propensos a enfermarse

El año pasado era raro que se presentaran casos, pero en 2021 la doctora ha atendido a menores de edad durante semanas enteras, tuvieron casi los mismos síntomas que los adultos: fiebre, catarro, tos, irritabilidad y no comían. 

Señaló, la ciudadanía todavía tiene que hacer conciencia y vacunarse, el no andar los espacios sin cubre bocas ni dejar de lado la sana distancia.  “Uno no sabe si el que está a su lado está contagiado porque hay muchos asintomáticos y uno no sabe cómo reaccionará su cuerpo”.

A muchos el Covid-19 les da como una gripa normal y solo se toman pastillas antigripales, al final ni cuenta se dieron que estaban contagiados, otros presentan diarrea y creen que una comida les cayó mal.

“Ojalá pudiéramos hacer más conciencia, en las mamás que tienen a sus hijos jugando con toda la cuadra y no saben con quienes platicaron los otros niños o si las familias tienen vigentes los protocolos”

También hay otros padres de familia que cuidan mucho a sus hijos, son las que no los han enviado a clases semi presenciales porque tienen miedo a que se enfermen.

El problema es la sociedad incrédula

“Por ellos estamos todavía peor que como deberíamos de estar porque aunque no tengan síntomas, pueden enfermar a alguien más que tenga las defensas débiles y ese si va a morir”.

El año pasado hubo casos de personas que murieron en sus hogares y nunca supieron por dónde les llegó la enfermedad, si fue por un hijo, un nieto, un vecino o un amigo.

Las reuniones, fiestas, conciertos, eventos y salidas continúan, lo peor es que se juntan hasta 30 personas y sin usar cubre bocas, pensando que con la vacuna ya están protegidos de contagios, y eso no es verdad. 

“Muchos siguen pensando así y ese es un grave error, no son los jóvenes los que se me han puesto más graves, han sido los adultos mayores aunque tengan su esquema de vacunación completo”

La pandemia seguirá todo lo que resta del 2021 y a mediados del 2022, señaló que toda la ciudadanía estará contagiada aunque no se den cuenta, el problema son las nuevas variantes  que lleguen al estado y a la región centro.

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    No deja solos a sus pacientes, siempre les llama para verificar su salud.

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    Se jubiló hace dos años de la Clínica 7 del Seguro Social.

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    La doctora usa tres cubre bocas y careta para evitar contagiarse.

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