La cena de Noche Buena, los regalos y los juguetes para los niños es un lujo que en las colonias del sector oriente de la ciudad, como en Las Lomas de San Miguel, donde el desempleo y la pobreza afectan a sus habitantes.
“Mi navidad este año es muy triste sin mi hijo que murió hace un año. No tengo ni en que sentarme y a veces ni para comer”, expresó María San Juanita Castillo de 73 años de edad, vecina de la calle Saeta #1305 quien vive con su hijo con discapacidad.
Sin poder contener el llanto tras ser cuestionada sobre su situación económica la mujer reveló que desde hace tiempo vive en abandono y de no ser por la beca que recibe del gobierno federal, no tendría techo donde dormir.
Destacó que con el recurso que recibe le alcanza para pagar su renta y comida, pero no es suficiente porque está enferma, padece de depresión y es en esta época cuando su tristeza se agudiza porque extraña a sus seres queridos.
Reveló que aunque tiene más hijos existe distanciamiento y como regalo de navidad lo único que desea es tranquilidad y un poco de apoyo económico para salir adelante. “Soy ahora muy pobre y lo que deseamos es salud”.
Al respecto Erika Isabel García de 48 años de edad, manifestó que la situación económica de la colonia no ha cambiado y aunque han cambiado las fachadas de las casas que hace tiempo eran jacales, viven al día y a veces batallan para comprar lo más elemental.
Indicó que su esposo trabaja como albañil y sobreviven del pago que recibe sin embargo otros vecinos no tienen para comer, tal es el caso de doña San Juanita, su vecina quien desde hace tiempo dejó de sonreírle a la vida.
“Yo tengo hijos en lo que puedo trato de comprarles algo, pero sinceramente eso de la cena y otras cosas de Navidad, eso no lo podemos pagar”, recalcó con voz entre cortada la ama de casa quien dijo que encontrar trabajo es también otro obstáculo que enfrentan.
La colonia Lomas de San Miguel está cerca de la colonia El Campanario y tiene cerca de 300 habitantes, aunque han logrado superarse a base de esfuerzo aun enfrentan problemas de rezago en pavimentación y vandalismo, comentó otra vecina.
“LO QUE DIOS QUIERA”
Aclaró que la Navidad no es una temporada que esperan con tanto anhelo como sucede con otras familias, ya que en esta época la desigualdad social está muy marcada. “Luego, luego se ve quienes tienen dinero y quienes no y eso es triste”, comentaron.
“Nosotros vamos a pasarla con lo que Dios quiera”, reiteró Erika quien llamó a la comunidad a visitar las colonias necesitadas donde gente como San Juanita están esperando un poco de ayuda, cariño y atención.
Al respecto, San Juanita manifestó que su mejor regalo sería un mejor porvenir para su hijo y poco de comida porque en ocasiones no le alcanza. “Ahorita no tenemos ni gas, ni dinero para comprarlo”, abundó.
“Que pasen una Feliz Navidad, agradezcan por lo que Dios les da, eso es lo principal y compartan”, finalizó.
