Se considera como un delito de fraude el que engañando a uno o aprovechándose del error en que este se halla, se hacía ilícitamente de alguna cosa o alcanza un lucro indebido, desde el punto de vista psicológico esto está asociado con la falta de amor, así lo comentó Alejandro Martínez Torres Psicólogo Clínico con orientación psicoanalista.
Hay un fenómeno muy común y completamente normal cuando se enfrenta a algún tipo de deuda, este fenómeno es negar el problema, es más común de lo que parece, este es un mecanismo de defensa natural para protegerse de las emociones negativas que pueden surgir a corto plazo.
Pero si se continúa negando el problema, puede afectar con mayor impacto en el futuro, por lo que es importante identificar este comportamiento para actuar sobre él lo antes posible.
Las personas que constantemente buscan un beneficio económico sin tener el hábito del trabajo y por conseguir rápido pueden atreverse a hacer cosas que no cualquiera, en el sentido de la normalidad que es trabajar, esforzarse, estudiar, especializarse, la cultura del esfuerzo es muy marcada en estos tiempos.
Pero las personas con tendencia a cumplir sus deseos inmediatos, sin establecer ciertos límites y con poca tolerancia a la frustración hacen lo imposible para conseguir el dinero, es una organización psíquica que no pueden esperar.
“Lo que está en juego es quizá la carencia de amor, en su organización psíquica estructurada en la infancia, se pone en juego su desarrollo, su crecimiento, sus lazos afectivos, sus lazos familiares si fueron contundentes, sostenedores, donde promueven el esfuerzo, el trabajo los valores”, comentó.
Explicó que sí hay carencia de estos elementos componen una personalidad que con carencia de amor puedan buscar el amor a través de lo simbólico del dinero, por ello se tiene un vacío interior y el dinero representa el llenado de este vacío, el sentirse completo y generar una identidad de “Como sí”, como sí tuvieran dinero, como si fueran exitosos, dar una imagen ante la sociedad de estar completos, cuando en realidad hay un gran vacío.
“Quieren ganarle la contienda al diablo, esto no para, es como una bola de nieve que crece y crece, lo que está en juego es la aparente identidad, la imagen por eso la angustia en ser descubierto y perder esa imagen que sostuvo por mucho tiempo, eso es lo que hace que no pueda parar”, comentó.
En estos casos lo mejor para ellos es tener un impulso inmediato para solucionar algo, huir e incluso se han dado casos en los que erróneamente deciden salir por la puerta falsa.
