El número es alarmante: 4 mil casos de violencia contra mujeres se han registrado en la Región Centro de Coahuila hasta el cierre de febrero. Las cifras, documentadas por el Centro de Justicia y Empoderamiento para las Mujeres, reflejan una realidad en la que las víctimas siguen sin encontrar protección efectiva. Las órdenes de restricción no son suficientes, y en muchos casos, los agresores continúan acercándose y amenazando a quienes buscan escapar del ciclo de violencia.
"No basta con denunciar, necesitamos acciones más contundentes", advierte Deyanira Nájera, titular del Centro. Explica que muchos agresores encuentran formas de evadir las medidas cautelares, dejando a las víctimas en un estado de constante peligro. La falta de denuncias agrava el problema, pues sin evidencia suficiente, el Ministerio Público no puede solicitar medidas más severas ante los jueces.
Aunque el Centro de Justicia opera las 24 horas y ofrece refugios para mujeres en riesgo, la realidad es que la violencia sigue cobrando víctimas. Las mujeres de entre 25 y 35 años son las que más buscan ayuda, pero el problema no discrimina edades. Las estrategias de protección siguen fallando, permitiendo que agresores reincidan y vulneren a quienes intentan rehacer su vida.
Las autoridades insisten en la importancia de denunciar, pero mientras las leyes no se endurezcan y las medidas de protección no sean efectivas, miles de mujeres seguirán viviendo con miedo. El llamado es claro: las víctimas no deben enfrentar solas esta batalla, pero el Estado tampoco puede seguir ignorando su responsabilidad de garantizar su seguridad.