“No es una persona mala ni un acosador, solo tuvo una imprudencia”, indicó el Obispo de la Diócesis de Saltillo, Hilario González Ortega sobre el sacerdote Andrés “N”, quien pagó la reparación del daño a la menor de edad luego de acosarla mediante una red social.
Han pasado más de un mes de la detención del párroco Andrés “N”, quien acosó mediante Whatsapp a una menor de edad cuando estaba como sacerdote en la parroquia San José, y luego de tener un juicio se dictaminó que podía tener libertad mediante un pago a la familia, el cual fue de 76 mil 976 pesos.
Además el acuerdo incluye, no acercarse a la víctima ni a la familia, ni directamente ni por terceras personas. También, acudir a un taller de “Masculinidad por La Paz”, así como no ir a Cuatro Ciénegas por cuestiones laborales, ni vacacionales, ni personales.
Andrés “N” no obtuvo una pena canónica de suspensión definitiva, salvo que reincidiera en sus actos y mientras tanto no está asignado de las iglesias.
“No fue un abuso sexual, no fue una violación o estupro, fue una cuestión de imprudencia la forma en que él trató ese tema, nosotros vamos a ver ese tema desde el punto de vista espiritual y sacerdotal, tendrá que haber un trabajo de sanación e indicaciones disciplinares para que tome conciencia”, indicó el Obispo Hilario González Ortega.
El representante de la Diócesis de Saltillo señaló, los jueces respetaron las leyes que se tienen cuando tomaron el caso del Padre Andrés “N”, establecieron la reparación del daño luego de la “imprudencia” del sacerdote la cual se hizo mediante redes sociales.
“El padre está en una situación de limitación de su ejercicio sacerdotal, estamos elaborando el procedimiento para él porque nos lo encargó el Vaticano, tiene medidas cautelares en lo que se dé la resolución por parte del tribunal canónico de la diócesis”.
