El 22 de diciembre de 2022 marcó el inicio de una de las crisis laborales más significativas para la industria del acero en Latinoamérica, cuando Altos Hornos de México (AHMSA), la mayor productora de acero de la región, detuvo sus operaciones. Esta decisión afectó directamente a miles de trabajadores, quienes vieron su fuente de empleo desaparecer de la noche a la mañana.
Ismael Leija Escalante, líder del sindicato de AHMSA, confirmó que el paro comenzó en esa fecha, aunque la quiebra de la empresa no fue oficializada hasta noviembre de 2024. La paralización de la planta dejó a unos seis mil obreros sindicalizados de las secciones 147 y 288 sin estabilidad laboral. De estos, entre mil 500 y dos mil siguen buscando opciones de empleo en Monclova, mientras que muchos optaron por emigrar a otras ciudades o incluso al extranjero, buscando oportunidades en Estados Unidos.
La incertidumbre continúa siendo el pan de cada día para los obreros, quienes, a pesar de haber cumplido con años de lealtad y esfuerzo en AHMSA, no tienen claridad sobre el futuro de sus finiquitos o los pagos pendientes. Las negociaciones entre la empresa y los sindicatos no han avanzado con la rapidez esperada, lo que mantiene a las familias en un estado constante de preocupación. Mientras tanto, la falta de respuestas concretas por parte de las autoridades responsables del caso solo agrava la situación, y los obreros se ven atrapados entre la espera y la desesperación.
Lo que alguna vez fue una fuente de estabilidad económica para miles de familias en la región, hoy se ha convertido en una amarga realidad. En años anteriores, las derramas económicas generadas por AHMSA eran millonarias, con los obreros recibiendo bonos y compensaciones que les permitían disfrutar de una vida más holgada.
Sin embargo, este diciembre será diferente: sin empleo, sin pagos, y con la incertidumbre de un futuro incierto, muchos de los trabajadores de AHMSA se enfrentan a una navidad triste, sin los recursos suficientes para celebrar con sus familias, lo que refleja la profunda crisis que atraviesa no solo la empresa, sino también la comunidad que durante décadas dependió de ella.
